Señor Director:

Con preocupación quisiera referirme al reportaje de su medio sobre la suspensión de la internación de muestras biológicas humanas con fines académicos y científicos.

Entiendo y comparto plenamente el legítimo afán de resguardar la normativa, la dignidad de las personas, la bioseguridad y el cumplimiento ético; sin embargo, respecto de esta medida, debo recordar que genera efectos en la formación de especialistas.

La medida tiene consecuencias directas en la formación médica y, por ende, indirectos en millones de pacientes que requieren atención y cirugías de alta complejidad. En Chile —como en muchos países—, la disponibilidad local de material anatómico cadavérico es muy limitada. Por ello, numerosos centros docentes complementan su enseñanza con donaciones voluntarias gestionadas internacionalmente, bajo estándares éticos y de trazabilidad ampliamente utilizados en el mundo académico.

Esta práctica permite entrenar técnicas quirúrgicas avanzadas con un realismo que, si bien los simuladores ayudan, aún no alcanzan a reemplazar, en especial en el ámbito del trauma.

La decisión ha generado incertidumbre: ¿Cuántos cursos se han suspendido?, ¿cuántos médicos han dejado de formarse?, ¿qué impacto tendrá en los resultados clínicos?

Quienes hemos trabajado en contextos de urgencia, donde la toma de decisiones depende de haber sido entrenado en ello, sabemos que la exposición previa con material cadavérico marca una gran diferencia.

Con ánimo constructivo, solicito que la autoridad informe públicamente el alcance de la suspensión y evalúe su impacto real en la docencia y en la calidad asistencial.

Dr. Carlos Pilasi Menichetti
Cirujano de trauma, jefe Servicio de Urgencia-Trauma y Rescate CLC