Señor Director:

Soy abuela de varios nietos, todos universitarios egresados, por lo que doy gracias a Dios. Pero, lamentablemente, algunos de ellos han decidido buscar trabajo fuera de Chile, ya que aquí no lo encuentran.

Con mucha tristeza y desesperanza, leo que una gran mina no obtiene permiso para iniciar sus faenas después de 12 años de trámites, aunque cuenta, incluso, con una resolución favorable de la Corte Suprema. La mina, ubicada en la muy pobre comuna de La Higuera, quiere invertir US$ 2.500 millones y dar trabajo a varios miles de personas, pero el Gobierno insiste en impugnar el proyecto, a pesar de que muchos, incluida la CPC, destacan que la Suprema dictaminó que Dominga cumple la normativa.

Chile lleva años prácticamente sin crecimiento, y los desocupados abundan, sin que el Gobierno entienda que sin inversión no hay crecimiento ni trabajo y, así, obligando a que los míos y los menos afortunados tengan que seguir esperando.

Ana María Fernández Correa