Señor Director:

Respecto de su editorial (ayer) que releva el imperativo de recuperar el casco céntrico de la capital a partir del inmenso potencial de sus instituciones culturales, puedo dar testimonio de que esa recuperación ha comenzado de la mano del alcalde Mario Desbordes.

La semana pasada, con bastante escepticismo, decidí mostrarle nuestro centro cívico e histórico a un visitante español. Para mi grata sorpresa me reencontré con el centro previo al estallido. Limpio, sin grafitis, sin vendedores ambulantes. Con sus lindos edificios del centenario, como el Museo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y su preciosa sala Merino; el interior del edificio de la SNA, el Teatro Municipal, la plaza de Armas, la Catedral, el Banco de Chile, que permite trasladarse en el tiempo; el Paseo Ahumada, el Museo Precolombino, el Banco Central, La Moneda y el entorno de sus ministerios, que el Presidente Piñera refaccionó para el bicentenario; la Bolsa de Comercio, la Casa Central de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica, las calles París y Londres, la iglesia de San Francisco.

En fin. Durante varias horas pude exhibir con orgullo todos estos atractivos lugares.

Recuperar nuestro casco antiguo es recuperar nuestra historia, es recuperar un espacio público que jamás debimos dejar que nos expropiaran la violencia y una mala gestión municipal.

M. Fernanda Otero A.