El Mercurio.com - Blogs : Primero, creer
Editorial
Viernes 15 de agosto de 2025
Primero, creer
Fernanda García: ''La credibilidad nace de la convicción en el proyecto propio. Nadie puede dar lo que no tiene''.
La ciudadanía no se muestra motivada por el debate público y se ve cada vez más distante de grandes utopías. Se dice que su adhesión electoral es líquida y que su desidia cívica cede solo frente a dos posibles gatillos. Primero, el temor. Los ciudadanos se movilizarían frente a la amenaza de triunfo de proyectos que consideran peligrosos, votando por quien se opone al lobo (o loba) feroz, por miedo a que este llegue o a que no se vaya nunca. Por otra parte, está la tentación. Las personas votarían fríamente por el mejor postor, el que ofrece satisfacer sus expectativas de modo concreto e inmediato. En cualquiera de estos escenarios, se afirma, es natural que se impongan los extremos irracionales, los populismos y la polarización.
El análisis parece irrefutable, pero, en rigor, es inexacto de un modo relevante para quienes están en carrera hoy. Frente a la incertidumbre social, antes que populismos y polos, en las urnas se imponen la certeza y la credibilidad. Para la mentira política, que es blanco o negro, es mucho más fácil entregar certezas que para la integridad política (responsable, llena de matices y aburridamente gris). Es efectivo entonces que la mentira populista, que se nutre de la polarización y la alimenta, se favorece de la incertidumbre social. Pero también es efectivo, y mucho más preciso, comprender que en tiempos inciertos se requiere primero de credibilidad. Solo si ella existe se puede triunfar, desde el populismo y la polarización, o alejado de ellos.
La credibilidad, a su vez, siempre nace de la convicción en el proyecto propio. Nadie puede dar lo que no tiene. En Argentina se puede leer “populismo a secas” o advertir más finamente que, junto a un estilo controversial, Milei ganó explicitando que no se permitiría regalías “estatistas”, algo en lo que cree firmemente. Lo propio hicieron en su momento un “inocente” y radical FA ante la Concertación, la derecha “sin calculadora política” de Kast ante Chile Vamos, y recientemente, Jeannette Jara, que con sus escuetas pero comunistas siete páginas (ya parte del pasado), ganó la primaria oficialista. Antes que ellos, se impuso la épica democrática de la Concertación.
Todas estas son muestras de que, para ganar en momentos inciertos, lo primero es creer y así poder transmitir credibilidad. No tener credibilidad o, peor aún, perderla es una pésima receta, sobre todo para liderazgos forjados en contextos de crisis. De ello dan testimonio los procesos constitucionales fallidos: la incertidumbre no siempre corona populismos o polos, y los polos no son siempre populistas. En este sentido, la campaña presidencial y algunas batallas parlamentarias están aún abiertas porque sigue pendiente, aunque con diferencias, conocer las convicciones, coincidencias y distancias entre candidatos y proyectos, o en su lamentable defecto, el despliegue de mentiras más verosímiles que las que han exhibido hasta ahora algunos de ellos.