Señor Director:

El centro de Santiago no solo alberga sedes del Estado, sino también a varias de las instituciones culturales más relevantes del país. Mientras numerosos bancos y empresas continúan migrando hacia el sector oriente, muchas instituciones culturales permanecen en el centro. Abandonarlo es, en cierta forma, renunciar al corazón cultural y artístico de Chile.

La recién inaugurada Gran Sala Sinfónica de la Universidad de Chile, ubicada en sus cercanías, es una señal esperanzadora. Se suma al trabajo del alcalde de Santiago, del GAM, de museos, galerías y, en especial, al esfuerzo sostenido del Teatro Municipal y de su directora general, que, con éxito de público, mantienen la vida cultural del centro de la capital.

Apoyemos a quienes trabajan por recuperarlo, porque el centro de Santiago es insustituible.

Thomas Yaksic Beckdorf