Señor Director:

Antenoche, a la 1:30 de la madrugada, mi celular empezó a sonar con el mensaje “Tsunami: alarma de evacuación”. Un sonido estridente y todos con el corazón a mil. ¿Dónde? En Osorno. Sí, Osorno... esa ciudad famosa por su oleaje costero y sus paradisíacas playas.

A las 5:00 a. m., nueva alarma: “se cancela la evacuación, pueden volver a dormir”. Lástima que el sueño ya había sido evacuado. En mi casa despertamos todos, incluida una guagua que tardó horas en volver a dormirse (spoiler: no lo logró). Todo gracias a una amenaza de tsunami... a 100 km del mar.

Y como si no fuera suficiente, ayer otra sorpresa: los niños no van al colegio. Segundo día consecutivo. ¿Por qué? ¿Por lluvia? ¿Por marea alta en el lago Puyehue? El miércoles llovió, sí, pero de esa lluvia osornina de siempre, sin tanto viento, sin ramas caídas, sin drama. Ayer, ni una gota.

¿De verdad alguien sabe dónde queda Osorno? Porque a veces pareciera que quienes toman estas decisiones nos confunden con Puerto Montt... o con la Isla de Pascua. Agradezco la preocupación, de verdad. Pero la próxima vez que anuncien un tsunami en Osorno, ojalá venga con snorkel y sentido común.

Josefina Vial L.