La política internacional raramente tiene incidencia electoral, sea para captar votantes o para alejarlos, salvo que el candidato tenga afinidades con un modelo extranjero fracasado. Así ocurre con el desprestigio de quienes defienden los regímenes de Chávez y Maduro. Espanta a los votantes chilenos el riesgo de transformar a nuestro país en “chilezuela”, pobre, sin democracia, de la cual emigraría una parte significativa de la población.
Ahora debería volver a ocurrir algo parecido y cobrar relevancia, en la campaña presidencial, las convicciones doctrinarias provenientes del fracasado marxismo-leninismo, del entorno y posiciones internacionales de la camarada Jeannette.
Ya es una anomalía en los tiempos actuales la existencia de un Partido Comunista. Después del fracaso universal del comunismo y la disolución del Partido Comunista Soviético en 1991, casi la totalidad de las colectividades afines también colapsaron.
Sorprende, en cambio, que el Partido Comunista chileno subsista. Más aún que una de sus militantes, la camarada Jeannette, pretenda representar y atraer al centro y la izquierda democrática.
Según Fernando Carmona, miembro del Comité Central del Partido Comunista que preside su padre Lautaro, y jefe del proyecto programático de Jeannette en las primarias, tal candidatura es producto de “un trabajo que lo hemos hecho en el marco de nuestras normas leninistas de organización y bajo las bases teóricas que nos sustentan desde siempre”.
En esa línea leninista aparece el camarada Daniel Jadue, referente del mismo partido y candidato en las anteriores primarias presidenciales. El exalcalde, esta semana, ha puesto en cuestión el Estado de Derecho, señalando que cuando, a su juicio, “no sirve para garantizar los derechos esenciales, el pueblo tiene todo el derecho y la razón para pasarse por sobre el Estado de Derecho”.
Jeannette no ha rechazado ni los dichos de Carmona ni los de Jadue: dice que “no es comentarista de lo que haga o no haga una persona”. Tampoco parece rechazar el régimen comunista de partido único en Cuba, que ha condenado a la miseria y opresión por 65 años a los cubanos, mientras millones debieron expatriarse. Para ella, ese régimen es solo “otra forma de democracia”. Interesante es la cercanía y presencia de los embajadores de Cuba, Rusia, China, Vietnam y Nicaragua en el 113 aniversario del Partido Comunista Chileno, compartiendo con la candidata, a comienzos de mes.
Aunque lo prioritario de la campaña deberían ser las propuestas para solucionar la inseguridad ciudadana y el estancamiento económico, también es revelador y riesgoso para los chilenos conocer la posición sobre política internacional, la sensibilidad por el castrismo, la doctrina y el entorno detrás de la simpatía de la camarada Jeannette.