Uno de los mejores episodios de Looney Tunes es “Bugs y los sombreros” (1956). El corto, disponible en internet, explota la idea de que el comportamiento de las personas depende de cómo se visten. Es una joya: un camión que transporta sombreros sufre un percance que deja a su carga volando por los aires. Elmer Gruñón caza a Bugs Bunny cuando les llueven las prendas. Al conejo le cae un casco y se transforma inmediatamente en soldado; un gorro de general y Elmer es su superior. Así se desarrolla una secuencia hilarante de cambios de personalidad. Algo de esto se ve en la política local.

La jornada electoral de hoy puede generar sonrisas nivel cartoon en el Partido Comunista. El resultado lo sabremos en algunas horas, pero el rápido y efectivo posicionamiento de su candidata, Jeannette Jara, ha sido notable. De respuesta asertiva, siempre simpática y carismática, sus posibilidades de éxito parecen altas. Esta eventualidad ha dejado perplejos a muchos. Frente al fracaso del comunismo en la historia, ¿creerá de verdad la gente que esa ideología ofrece solución a la demanda de progreso en Chile? Esta, sin embargo, es la cuestión equivocada. El marketing político ya se encargó de contestarla.

Precisamente, si Jara gana la primaria será por su habilidad táctica de desmarcarse de su ideología. Por ejemplo, desde su comando se ha dicho que se configurará una coalición de centroizquierda en torno a su figura, y su minúsculo programa de gobierno está escrito con precisión quirúrgica (parte de su contenido podría ser perfectamente asociado a la socialdemocracia). Ni Chuck Jones imaginó tal cambio.

Quizás esto explique las críticas que ha recibido la hábil candidata comunista desde dentro de su misma alianza. Es que su flexibilidad no calza con la rigidez del partido y es probable que estemos recién en la mitad de la metamorfosis transitoria.

De ser declarada ganadora esta noche, imagine los incentivos para amplificar la mutación. ¿Cuba? La candidata: Se violan los derechos humanos, Fidel fue un dictador y condenamos al régimen. ¿Venezuela? Un pueblo reprimido y ahogado por una dictadura, lo mismo que Nicaragua. ¿La tumba del neoliberalismo? Nooo, nah que ver. Más consumo e inversión privada, aumentaremos la demanda interna. Incluso el PC podría avanzar hacia una “modernización” táctica. Pero si acaban de decir que esperan que la candidata impulse una nueva Constitución, me rebatirá usted. Eso fue el viernes. Mañana lunes, con otro traje, la cosa puede cambiar. Si Gorbachov impulsó la Perestroika, ¿por qué Carmona no podría implementar (por unos meses) la Jarastroika?

Algunos políticos tienen algo de ese cartoon de los sombreros del que le conté al inicio. ¿Quiere saber cómo termina el episodio? Es un final rarísimo. Elmer y Bugs Bunny se terminan casando, pues a uno le cae un gorro de novio y al otro un tocado de novia. Confusión muy bizarra, pero no tanto como la de alguien que, seducido por un sombrero de centroizquierda, termina contribuyendo a la elección de un miembro del Partido Comunista.