Señor Director:

El precandidato Gonzalo Winter ha afirmado que “el Estado impulsará que el sustituto del cobre y del litio sea descubierto en laboratorios chilenos por científicos chilenos”. Sin embargo, esta promesa desconoce la realidad crítica de la investigación científica en Chile, particularmente bajo el gobierno que él mismo respalda y del que pretende ser el continuador natural.

Chile destina apenas un 0,36% del PIB a investigación y desarrollo (I+D), mientras que países de la OCDE como Alemania (3,1%), Corea del Sur (4,8%) o Finlandia (2,9%) sostienen sistemas científicos potentes gracias a una inversión constante y seria.

Incluso países de tamaño comparable como Portugal (1,7%) o Nueva Zelandia (1,5%) superan ampliamente nuestro compromiso. En términos comparativos, lograr lo que el señor Winter quiere alcanzar implica ser conscientes de que universidades pioneras en investigación como Oxford o Cambridge invierten anualmente más recursos que el presupuesto total que Chile destina a todas sus universidades públicas para I+D.

Más grave aún es la desorganización institucional actual. En lo que va de 2024, los investigadores de proyectos Fondecyt han sufrido importantes retrasos en la entrega de recursos adjudicados, afectando pagos de personal, compra de insumos, y cumplimiento de cronogramas. Lo mismo ha ocurrido con los fondos FONDEF. Esta ineficiencia proviene de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), dependiente del Ministerio de Ciencia, y pone en entredicho cualquier discurso de liderazgo científico.

La ciencia no se decreta ni se improvisa. Requiere presupuestos estables, gestión profesional y continuidad en el tiempo. Antes de prometer descubrimientos estratégicos, sería más sensato que el gobierno al que pertenece el candidato Winter cumpliera con pagar a tiempo lo ya comprometido con las y los científicos del país y no los tenga esperando que caiga maná del cielo.

Pablo Aguayo Westwood