Señor Director:

En un reciente programa radial, el señor Francisco Vidal expresó que eran las sociedades científicas las que controlaban el número de médicos que se formaban en sus respectivas especialidades, permitiendo el acceso a un número limitado de médicos, dando a entender que ello era para controlar el mercado.

El control de becas por sociedades científicas ocurrió hace muchos años solo en un par de subespecialidades médicas. En la actualidad las becas para formación de especialistas las dan las universidades, ellas se realizan en sus campos clínicos, y se accede a estas por concursos públicos transparentes.

Unas pocas becas de formación las pagan las universidades a unos pocos de sus mejores egresados, y la inmensa mayoría el Ministerio de Salud (Minsal), para los postulantes que ganan esos concursos, favoreciendo por cierto las especialidades en las que el Ministerio tiene interés para cubrir déficit asistenciales. Las sociedades científicas no participan en dichos concursos.

Ciertamente se necesitan muchos más especialistas —tiene toda la razón el señor Vidal—, especialmente en regiones, donde hay cifras alarmantemente bajas de especialistas en algunas áreas, pero eso no es culpa de las sociedades científicas, sino que las universidades no disponemos de mayores cupos para formar responsablemente todos los especialistas que quisiéramos.

Los campos clínicos donde se forman nuestros alumnos de posgrado tienen número limitado de docentes-tutores, número limitado de camas para mantener una relación humana y adecuada enfermo-alumnos, y escaso número de tutores para enseñar-supervisar procedimientos.

Dr. Emilio Roessler Bonzi
Miembro de Número y past President Academia Chilena de Medicina