Miro las fotos de mis cuatro bisabuelos y cuatro bisabuelas. Me hacen recordar “¿De dónde venimos, quiénes somos, adónde vamos?”, el cuadro polinésico de Paul Gauguin.
Vi el original. Un patrimonio pintado en 1874.
El jueves, arquitectos, astrónomos, estudiantes, en el campus Lo Contador de la U. Católica, conversaron de nuestro patrimonio astronómico. Aseguraron que los chilenos aumentamos la conciencia de ese patrimonio. (El próximo fin de semana es el Día de los Patrimonios.)
Ya están consagrados nuestros cielos como un patrimonio para la humanidad. Lo aseguró la doctora en arquitectura Daniela Bustamante.
El doctor Leopoldo Infante, director del observatorio Las Campanas de Carnegie Science, expuso “Chile como centro de la astronomía mundial”. Recorrió las culturas ancestrales del país y las huellas de sus observaciones del cielo. Son patrimonio.
Unen naturaleza y cultura, medioambiente e historia.
Tenemos el desafío de proteger nuestros cielos, y esto está instalado en las conversaciones más allá de los círculos astronómicos. “Los gobiernos han sido, hasta ahora, apoyadores”, dijo Infante. Agregó: “Hasta que aparezca algún Presidente con poco criterio y abra el camino a los contaminadores, por razones económicas”.
Y más. Dijo que “los astrónomos somos enemigos de Elon Musk; cientos de miles de satélites en órbita perjudican gravemente la observación”.
La Dra. Bustamante contó cómo el proyecto “Bajo el cielo de Chile”, ya registra 176 sitios de observación: “no hay cultura que no tenga su lugar de prácticas astronómicas”.
Esas miradas calzan con otras que dio a conocer Science, el jueves: “Desde Asia del Norte hasta Sudamérica: trazando la más larga migración humana mediante la secuenciación genómica”.
Genetistas y astrónomos, tras nuestra huella. Invitan a otros a incorporarse.
Un equipo de la U. de Nanyang, en Singapur, revisó 1.537 genomas de 139 grupos étnicos. Un video, en inglés, resume la investigación: https://bit.ly/4kbGVaA.
Desde el centro de Asia, hace más de 13 mil años, humanos caminaron 20 mil km “para eventualmente terminar en Tierra del Fuego, Patagonia, Chile”, dice el video.
El Dr. Stephan Schuster, de la U. de Nanyang, afirma: “Solo después de conocer la totalidad de las estructuras genéticas de la humanidad podremos proporcionar la medicina de precisión apropiada a las necesidades de cada grupo étnico, especialmente a aquellos al borde de la extinción”.
Múltiples generaciones, por milenios, recorrieron una geografía cambiante, se adaptaron, desarrollaron particulares sistemas inmunes. “Una mirada profunda a la resiliencia genética”, afirma el investigador Kim Hie Lim.
Y en Chile, por milenios, las etnias construyeron su interpretación de los límpidos cielos (https://patrimonioastronomico.cl).
Perderlas sería como quitarle a nuestra bandera su estrella, reflexiona Daniela Bustamante. “Se sigue produciendo conocimiento, no es del pasado, es del presente y del futuro. Se hace hoy de una manera, y también se hace hoy de otra manera”.