Señor Director:

El pasado 17 de abril, durante un viaje en ferry desde Puerto Natales a Caleta Yungay, hicimos escala en Puerto Edén. Grande fue nuestra sorpresa al descubrir que, para ingresar al poblado desde el muelle, debíamos pagar $12.000 por persona. Una reja y un grupo de personas de la comunidad local custodiaban el acceso y cobraban este “peaje”.

El capitán de la barcaza ya nos había advertido: una comunidad exige este pago para permitir el ingreso a la localidad. Los locales señalaron que es la empresa de transbordadores la que impone esta condición. La Armada, presente en el lugar, afirmó que se trata de un tema de seguros, ya que Puerto Edén no sería un “puerto final” y, por tanto, cualquier accidente sería responsabilidad de la naviera... salvo, claro, que se paguen los $12.000.

Cabe preguntarse: ¿Desde cuándo existen en Chile localidades cuyo acceso depende de un pago obligatorio? ¿Desde cuándo nuestras empresas o comunidades pueden instalar barreras de entrada en territorios públicos? ¿Qué se les puede decir a los turistas que ven esta escena insólita? ¿No contradice esto el principio constitucional que garantiza la libertad de tránsito por todo el territorio nacional?

El paisaje de Puerto Edén es espectacular. El cobro por acceder a él, no tanto.

Ignacio García L.