Señor Director:

Más allá del precio y la repentina alza de $100 millones en pocas semanas, cuya justificación técnica sigue siendo un misterio ante la denegación por parte del Ministerio de Bienes Nacionales de entregar las tasaciones vía Transparencia, sorprende que ni el Presidente Boric, quien firmó el decreto, ni la sucesión del expresidente Allende, que rubricó la escritura en condición de vendedores y autoridades en ejercicio, ni alguno de los 17 asesores del Gobierno comprador supieran que cualquier persona o institución, ya sea pública o privada, puede solicitar al Consejo de Monumentos Nacionales que un bien inmueble sea declarado Monumento Nacional.

Esto implica una restricción en su mayor y mejor uso, reduciendo considerablemente el valor de mercado, ya que el valor de un inmueble debe corresponder al de otros con características similares y usos sustitutivos. Se habría logrado un museo en memoria del exmandatario de la Unidad Popular, que sería el deseo de las partes, a bajo costo fiscal, “Win Win”.

Se extraña el sencillo principio de la eficiencia en el gasto público.

Demetrio V. Benito O.
Perito tasador