Señor Director:

La crisis de seguridad rural ha inaugurado una nueva sensación generalizada en el campo chileno: un miedo en el ambiente. Dormir con miedo, salir con miedo, revisar, asegurar, sospechar del desconocido en lugar de confiar.

Ante esto, hemos tenido señales totalmente erráticas de la autoridad, partiendo por la vocería de la subsecretaria Leitao apuntando a la ausencia de cifras de denuncias, pasando por el delegado presidencial de O'Higgins que, cual comentarista, opina que “Carabineros tiene que revisar sus procedimientos” y finalmente la torpe frase del ministro de Agricultura por la que ya pidió disculpas. La señal de despliegue vino recién el viernes con la visita del subsecretario del Interior.

Hasta ahí las señales. Pero ¿cuál es el golpe de timón?, ¿dónde está la medida concreta y visible que a las familias de campo le harán sentir que al gobierno le importan? Hoy los que debieran estar con miedo no son las personas de orden y trabajo, sino las bandas de crimen organizado porque se les viene toda la fuerza de un Estado defendiendo a su gente. Que esto suceda a la brevedad es responsabilidad del Gobierno.

Juan de Dios Valdivieso T.