Señor Director:

La reciente publicación de los resultados de las PAES en la educación pública es dramática: Instituto Nacional, lugar 303; Liceo Javiera Carrera, lugar 924; Liceo de Aplicación, lugar 1.047. Gravísimas consecuencias de una reforma educacional que derribó la instrucción pública. ¿Quién responde por este descalabro?

En la misma época, una reforma tributaria muy dañina truncó el crecimiento del PIB, cuya tasa anterior cercana al 5% se tumbó al 1,8% anual. Algo semejante sucedió con la inversión. Su incremento se detuvo significativamente, afectando con ello al crecimiento y empleo futuro, situación que nos afecta hasta hoy. ¿Quién responde por ello?

Recordemos también la reforma política de aquella época. La derogación del sistema binominal generó una explosión de partidos políticos a tal punto que hoy Chile está en situación de cuasi ingobernabilidad. Hoy, diez años más tarde, moros y cristianos reconocen ese error y procuran consensuar una nueva reforma rectificadora de tales consecuencias, hasta ahora sin éxito. ¿Quién responde por esa chambonada?

Como guinda de la torta, vimos aparecer en ese tiempo una inmigración desbordada, germen de la inseguridad y de una situación de criminalidad que Chile nunca conoció antes. ¿Quién responde por esa desidia?

Mala reforma educacional, pésima reforma tributaria, peor reforma política, negligencia en el manejo migratorio. Todo ello en un mismo período presidencial, cuna y origen de nuestra decadencia hasta ahora irreversible.

Fabio Valdés C.