Recién hace una semana se dedicó esta columna a Colo Colo por su aniversario 99. En simultáneo fue elegida la directiva que estará al frente para el centenario. Alegría por el aniversario y pleitos por la elección. O sea, nada nuevo. Si hoy Alfredo Stöhwing deja la presidencia con palabras negativas para su sucesor, Aníbal Mosa, el asunto es repetición de situaciones vividas ya.

Por ejemplo, en 1934 se eligió en la presidencia por aclamación a don Ernesto Blake (se lo llamaba simplemente “Don Ernesto”) y a Tomás Olivos, que fuera presidente en la fundación, en la vicepresidencia. Pero el presidente honorario, Robinson Álvarez Marín, se quejó porque en la Memoria no se destacaron los merecimientos de Alfonso Silva, delegado del club. Y Álvarez Marín dejó su presidencia honoraria para dedicarse a su profesión de abogado. Poco después renunciaron a sus cargos Don Ernesto y Olivos, emergiendo de la asamblea como presidente (¡usted adivinó!) Robinson Álvarez Marín.

Ahora, 85 años más tarde, renuncia el director Eduardo Loyola, obligando a una renovación del directorio, que produce la elección de Mosa. Y Loyola vuelve al directorio como… vicepresidente. Nada que envidiarles a las maniobras políticas en los partidos y en el Parlamento. Robinson Álvarez Marín (siempre se lo llamó con sus dos apellidos) fue presidente en otros dos períodos y se le atribuye la creación de la Copa de Campeones, antecedente de la Copa Libertadores y de la Copa de Campeones de Europa, celebrada por primera vez en Chile en 1948. También fue presidente en 1934-35, 1939-42 y 1943-49. Aníbal Mosa, con el actual, tiene tres períodos: 2015-2018 fue el primero, y 2019 el segundo, que duró hasta 2022, tras haber tenido al club al borde del descenso en 2020.

No fue esta la única renuncia que ha propiciado la vuelta de Mosa a la presidencia. Ya en 2022 renunció al directorio Paul Fontaine, su “mano derecha”, obligando a elecciones. Lo que Mosa pretendía era sacar del poder al Club Social, para lo que terminó aliándose al grupo Vial, su enemigo histórico, y dio su apoyo a Stöhwing, a quien dos años más tarde enfrentó y ganó. Las volteretas albas son frecuentes y este año 2024, el Club Social apoyó a Mosa.

Parece chiste, pero ha sido la realidad alba durante muchos años. En abril de 2015, Arturo Salah dejó la presidencia del Cacique y ahí empezó el desastre directivo que aún dura. ¿Cuántos presidentes ha tenido ByN desde entonces? No los he contado, pero se dice que seis. ¿Cuántas veces ha postulado Mosa? Esas seis y otras… La historia alba en lo que va del siglo es el permanente intento de Aníbal Mosa por volver a la presidencia de Colo Colo. ¿Cuál será su herencia institucional, si es que deja alguna? ¿Un nuevo estadio? ¿Una idea revolucionaria? ¿Un Manual del Perfecto Candidato?

Las apuestas están abiertas, estimado lector.