Me tocó asumir el mando de Carabineros en un contexto muy complejo. Estábamos golpeados, cuestionados, con una preocupante disminución en el interés por ingresar a nuestras filas y una dolorosa fisura en el vínculo con parte de la sociedad.
Pero los carabineros somos resilientes. Aprendimos de los errores, escuchamos las críticas y endurecimos la piel ante decenas de acusaciones absurdas o infundadas, y avanzamos. Todos. Los 60 mil hombres y mujeres que formamos Carabineros de Chile nos transformamos en 60 mil pilares en que se apoyó un intenso proceso de mejora continua y recuperación.
Este nuevo aniversario institucional —97 años ya— tiene un significado doblemente especial para mí, pues este es mi último año al mando de Carabineros. Terminaré mi gestión con la frente más que en alto, satisfecho por lo avanzado, con la tranquilidad del deber cumplido y con el orgullo de haber sido testigo del compromiso de carabineros a quienes el corazón no les cabe en el pecho.
No han sido años fáciles. Al mirar hacia atrás, es imposible no conectarse con el dolor de haber despedido a demasiados de los nuestros que dieron su vida por proteger a los demás. Emmanuel, Daniel, Rita, Carlos, David, Samuel, Carlos, Breant, Francisco, Eugenio, y a todos nuestros mártires, el país les debe agradecimiento y respeto.
Adaptarnos a la evolución del fenómeno criminal en Chile; mejorar las condiciones de trabajo de los carabineros —tanto en implementación como en el resguardo legal de su siempre difícil función—; ahondar en el proceso de modernización en el que estamos embarcados; elevar los estándares académicos de nuestros planteles de formación; implementar nuevos sistemas de control interno; mejorar protocolos; transparentar nuestros procedimientos; cuidar la cohesión interna, han sido algunas de nuestras preocupaciones en estos casi cuatro años de gestión.
Hemos cumplido. Solo durante el año pasado hubo más de 10 millones y medio de procedimientos, prácticamente 20 por minuto. Dos millones de controles preventivos a personas; fiscalizaciones a cinco millones de vehículos; 550 bandas y organizaciones criminales desbaratadas; cien mil detenciones en flagrancia, y 22 toneladas de drogas incautadas, dan cuenta de una institución activa y siempre vigilante para proteger a la ciudadanía. Más de 12.500 jóvenes que postularon a Carabineros ese mismo año también nos hablan de nuestra recuperación.
Hemos cumplido. Cumplimos con creces, a pesar de las enormes dificultades inherentes al quehacer policial, y de haber enfrentado dolorosas peticiones de retiro anticipadas de algunos de los nuestros que debieron lidiar con lo más duro de ser carabinero.
Este 27 de abril volveremos a dar cuenta de nuestra labor ante la comunidad, las autoridades y ante los propios carabineros. También recibiremos espontáneos gestos de afecto de miles de personas que valoran el trabajo que realizamos por brindarles mayor seguridad. Será la oportunidad para reconocer el trabajo de los carabineros que se desviven desde Visviri a Puerto Toro, y para expresarles a cada uno de ellos y a sus familias mi eterna gratitud por apoyarme en esta desafiante y, al mismo tiempo, hermosa tarea.
Este nuevo aniversario también será el espacio para valorar la coordinación permanente con la autoridad, emocionarse por el cariño de tantas personas y reiterar nuestra confianza por el futuro de un Carabineros fortalecido al borde de su centenario.
Siempre carabinero es la frase que resonará este día, una y otra vez, en mis pensamientos. Siempre carabinero, por Carabineros y para otros carabineros. Siempre carabinero, en mi condición de general director hasta el último segundo del último día, y desde mi retiro luego de 38 años al servicio de mi querido Chile.
Ricardo Yáñez Reveco
General director de Carabineros