Un día como hoy, pero de 1905, se publicó el primer número de la revista Zig Zag por la editorial homónima. Se trató de un semanario dedicado al magazine, cuyos lectores aumentaron acorde con los cambios sociales y culturales que experimentó el país en las décadas siguientes. Su último número circuló el 18 de septiembre de 1964. Su fama trascendió las fronteras.
Hasta comienzos del siglo XX los medios escritos se dedicaban, esencialmente, al saber ilustrado y a sucesos políticos, de manera que esta publicación representó una renovación, al orientarse hacia la información y entretención, sin abandonar del todo la política. Renovó el periodismo, como era la intención del equipo creativo, añadiendo un formato distinto, con fotografías, ilustraciones y reproducciones de calidad visual, algunas a color. Fue una expresión más del periodismo moderno que se instalaba en esos años, muy en sintonía con el proceso de desarrollo que se podía observar en diferentes ámbitos. Conste que fue la primera publicación miscelánea de Latinoamérica. En Santiago y ciudades más pobladas tuvo gran impacto, por lo que su acogida se extendió con facilidad por el territorio. Se vendía en quioscos y también la voceaban suplementeros.
El repertorio temático fue amplio. Todo tipo de eventos sociales, culturales, políticos, policiales, conmemorativos, catastróficos, nacionales e internacionales, incluyendo países o regiones que podían resultar exóticas, en continentes lejanos. Todo bajo la pluma de periodistas, columnistas, fotógrafos, dibujantes y una gama de profesionales de renombre. Hubo secciones dedicadas a la literatura, comentando obras de grandes escritores; misma situación con la sección dedicada a las artes. Temáticas bien tratadas que el público culto pudo aquilatar, pero para los nuevos lectores fue más importante, por cuanto resultaba novedoso y permitía comprender, quizás por primera vez, su significado y valor cultural. Lo mismo sobre reportajes visuales acerca de regiones de Chile, su geografía, población y singularidades. Deben haber llamado la atención las imágenes sobre los habitantes originarios. Por ejemplo sobre Arica, una zona extrema que, después de la Guerra del Pacífico (1879-1883), solo en 1929 se incorporó a la soberanía nacional, al determinarse el límite definitivo con Perú. Así también, a través de la sección internacional se pudieron seguir semanalmente eventos como las guerras mundiales. Y no faltaron, por supuesto, páginas ilustradas dedicadas al humor popular y político. Todo, en medio de un despliegue publicitario con imágenes sobre productos sofisticados y de uso común.
Es toda una fuente histórica y se puede consultar digitalmente en memoriachilena.cl. Existen algunos artículos académicos sobre la revista y en 2020 se publicó el libro “Concisa, original y vibrante. Lectura sobre la revista Zig Zag”, fruto de una coedición de la Universidad Finis Terrae y la Biblioteca Nacional, donde un conjunto de historiadores abordan temáticas de relevancia sobre su contenido y formato, dando cuenta de su importancia y trascendencia en términos culturales.