Mañana, en Las Cruces, ante el océano golpeando las rocas de Punta del Lacho, un variado grupo celebrará 40 años de trabajo en ese lugar.
Amigos y amigas del mar, amigos y amigas entre sí. Han pensado, conversado y descubierto todos estos años en esta Estación Costera de Investigaciones Marinas de la UC (ECIM).
Hoy, la ECIM es un bello complejo de salas de clase, dormitorios, laboratorios por donde circula, contenida, agua de mar. En los comienzos, año 1982, sus construcciones de madera eran simples, diseñadas con un mandato: sus ventanas siempre miran el Pacífico.
No son solo edificios. El área está protegida de la incursión humana, para que la flora y fauna marina se desarrollen libres. Se trata de una de las primeras reservas marinas del mundo.
El Dr. Juan Carlos Castilla y otros científicos como Patricio Sánchez lograron la protección. Así querían estudiar cómo cambia la vida en el litoral si los humanos la dejamos florecer.
Pero no podían lograrlo sin los mariscadores y pescadores de la zona. Incorporarlos en la aventura científica no solo resultó práctico. Los hombres y mujeres locales les entregaron sus experiencias de años viviendo de su mar.
Los científicos conquistaron la confianza de los locales, los escucharon, y acordaron juntos una estrategia para mantener protegida la zona.
Este temprano descubrimiento, la necesidad de investigar y trabajar con la comunidad, marca el quehacer hasta hoy del ECIM. Como rayo, la novedad se fue expandiendo por los pueblos y ciudades aledañas: en Las Cruces este núcleo de científicos abría sus oídos.
Organizaciones y entidades locales pidieron reuniones. Y juntos, con los científicos del ECIM, a lo largo de las décadas, han ido solucionando problemas. Además, los investigadores han creado programas de difusión de las ciencias del mar y al año pasan por ellos entre 4 y 5 mil estudiantes.
“Las y los estudiantes hacían experimentos y se maravillaban con la respuesta de escape de las lapas ante el riesgo de depredación de un sol de mar”, cuentan el actual director del ECIM, Sergio Navarrete, y la profesora Miriam Fernández.
El Dr. Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas 2010, habla de equipos. Él ha sido un formador de equipos, un hombre de ciencia y una persona de acción.
Su carisma de afecto abre puertas. Así, ha logrado que la ECIM trabaje con Oceanografía de la U. de Concepción, con los biólogos de la U. de Chile, con los ecólogos y biólogos de la U. Austral, con sus pares en la U. Católica del Norte y la U. de Antofagasta. Y más.
Porque con su apertura a todas las disciplinas ha aportado a configurar las áreas marinas protegidas en Chile, a diseñar decretos y leyes y, en los foros internacionales, a modelar políticas ante problemas mundiales, como el cambio climático.
En https://ecim.bio.puc.cl/ uno ve el desarrollo actual del ECIM y, lo mejor, uno desde hoy puede bajar el conmovedor libro “Estación costera de investigaciones marinas: 40 años en ciencias del mar”.
En Punta del Lacho.