Para enfrentar el cambio climático, la humanidad cuenta con una ventana pequeña para cambiar radicalmente sus formas de producción y consumo. Para descarbonizar la matriz energética y llegar a emisión cero o negativa de gases de efecto invernadero (GEI), el mundo y Chile tienen una gran oportunidad en el hidrógeno verde (HV o H2).

Los proyectos anunciados de producción de HV en el mundo aumentan cada año. Hoy se proyecta una producción de 38 millones de toneladas hacia el 2030, liderada por Australia, EE.UU., España, Canadá y Chile.

Aunque el mundo está apostando por el HV, el desarrollo de esta industria aún enfrenta grandes desafíos: procesos más rápidos de revisión ambiental, permisos y certificación de las inversiones en HV; grandes escalas productivas e innovaciones tecnológicas que disminuyan el costo de producción de HV, y aumentos significativos en los precios y las transacciones de permisos de emisión de carbono.

Chile tiene enormes ventajas comparativas en la producción de energía solar y eólica, que es usada intensamente en la producción de HV. Los factores de planta en la operación de aerogeneradores en Magallanes llegan hasta el 70% –un viento tan intenso como en ningún otro lugar del planeta. Ello –y el gran interés del sector privado por invertir en HV en Chile– motivó al gobierno anterior a formular una Estrategia Nacional de HV y adoptar planes de acción para el desarrollo de esta nueva industria.

Hasta hoy se registran 57 proyectos de inversión en HV en Chile, asociados a 129 empresas, que proyectan invertir en HV y sus derivados verdes: metanol, amoníaco y combustibles sintéticos. De los 57 proyectos, 50 están en estudio, tres en construcción y cuatro en operación.

Chile es un país con un Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) complejo, ineficiente y larguísimo. Y después viene un proceso también larguísimo y kafkiano de permisos y certificaciones (la “permisología”). Los plazos efectivos de tramitaciones estatales son, en promedio, tres veces los plazos legales.

La OCDE estima que Chile es el país con la mayor complejidad regulatoria entre todos sus países miembros. Ignacio Briones estima que los nueve años que demora la tramitación estatal en aprobar una inversión minera equivalen a un impuesto implícito (pero muy real) de 14,4% de las utilidades de dicha inversión.

El gobierno actual ha anunciado buenas y malas iniciativas. Respecto del SEIA y la “permisología”, el anuncio del Gobierno de reformas estructurales es una buena noticia, ¿pero cuándo se implementarán?

Respecto del HV, el Gobierno hizo suya la Estrategia del gobierno anterior. También es positivo el anuncio de Corfo de establecer un fondo de créditos y garantías estatales para proyectos de HV en Chile. Sin embargo, el Gobierno se mueve muy lento en perfeccionar la Estrategia del HV, anunciando procesos nuevos de consulta ciudadana y requerimientos adicionales para la aprobación ambiental de los proyectos de HV.

Un ejemplo extremo de lo anterior fueron las exigencias arbitrarias de la autoridad ambiental (adicionales a las requeridas en proyectos similares) impuestas a un proyecto de parque eólico en Magallanes, forzando a sus inversionistas a retirar dicho proyecto a fines de 2022. Parte de los argumentos contrarios al proyecto era, supuestamente, que los aerogeneradores pondrían en peligro los hábitats y las rutas migratorias de aves. Estos argumentos carecen de una base científica, contradiciendo importantes publicaciones del gobierno de EE.UU., de la Universidad de Cornell y de una empresa eléctrica estatal sueca, que concluyen que los parques eólicos matan muy pocas aves, en comparación con otras inversiones, y que las aves tienden a esquivar los aerogeneradores.

Sin la rápida implementación de reformas profundas del SEIA y de los permisos, con la gran lentitud en el perfeccionamiento de la Estrategia del HV y con la acumulación de requerimientos arbitrarios en la evaluación ambiental, peligra seriamente el desarrollo de la industria del HV en Chile.

Mientras Chile camina a paso cansino o retrocede, los países del mundo con gran potencial para el desarrollo del HV corren a una velocidad impresionante. ¿Es hoy el HV (o H2) aún la promesa para el futuro de Chile, que se avizoraba hasta 2021?