Me gusta una marca de pantalones que no los clasifica en “pequeño, mediano o grande”, ofrece modelos según mi cintura y mi largo de piernas.
La inteligencia artificial (IA) podrá, eventualmente, medir mejor mis extremidades y entregarme una prenda que me calce. (Tal vez mi pierna diestra sea más larga que la siniestra).
El miércoles, en CNN Chile, la periodista Carolina Urrejola conducirá “D=mocracia”, a las 22:00, postulando la variedad.
Fui a la presentación: me explicaron que el programa, gracias a la IA, se basará en un estudio “desestructurado”. La democracia no viene en tres categorías: significa diferentes cosas para diferentes personas.
Gracias a la empresa de estudios por IA, Merlin, consultaron a más de seis mil personas qué tal la democracia. Preguntas abiertas, no cerradas como “conteste sí o no, ¿se siente demócrata?”.
Paloma Ávila, motor de la iniciativa, celebró la gran luna llena del día de la presentación, se refirió a los antiguos, que se encontraban en luna llena… “para escuchar, para aprender, para reconocernos, para entender la particularidad con un poco de calma, para invitar a algunos que, habitualmente, no hablan mucho, a traer sabios y sabias”.
A mí me conmueve esto, ¡recurren a las últimas herramientas para crear encuentro social, una sociedad que quiere ser comunidad! (Al final, Paloma bromeó: “Los invitamos a compartir un café y hacer comunidad”).
Aparecieron algunos resultados del estudio. Mauro Arancibia, de Merlin, mostró conclusiones, algunas contraintuitivas:
En una escala de 1 a 7, la mayoría le pone nota 6 o 7 a la importancia de la democracia, “una noticia sorprendentemente buena”. Dos tercios de la población, “a pesar de todos los pesares”, le pone una nota azul a la democracia.
Es espectacular descubrir que hombres y mujeres se relacionan en forma diferente con nuestro sistema: las mujeres subrayan aspectos valóricos, como la igualdad, los derechos; los hombres, el sistema para resolver conflictos, para representar.
También hay diferencias por edad: el 19% de personas menores de 34 habla de libertad como proceso, mientras los adultos mayores enfatizan más el respeto, la igualdad de derechos. Y los jóvenes enfatizan la libertad de elegir más que los de la tercera edad.
La libertad es el concepto más destacado. Paloma Ávila declaró que “lo que menos queremos es simplificar” y “la libertad tiene muchos apellidos”. “Lo que más necesitamos es complejidad para entender que las cosas no se resuelven de una sola manera… todos tenemos que ser parte de las soluciones”.
En la pregunta sobre qué tal la democracia en Chile, un tercio le puso una nota del 1 al 3. Más hombres que mujeres recurrieron a notas bajas. Las críticas fueron a la política, la corrupción, las mentiras, la manipulación de medios, las falsas promesas, el imperio del dinero…
Pero el estudio concluye que la libertad, la democracia, son un patrimonio nuestro muy sentido. ¿Qué significa? El miércoles comienza el desmenuce de las ideas. Veré cómo me quedan.