En medio de las iras en Francia y la invasión de Ucrania, la Unión Europea financió doce proyectos para investigar el extremismo y la violencia.
Trabajan datos con los últimos conocimientos científicos para resolver la radicalización. Esto me recuerda que existe la ciencia política, no solo la ejecución de la política.
Enumeraré las investigaciones. Están en español, en bit.ly/3D0re2z.
Los jóvenes se lanzan; surge la pregunta: ¿qué los lleva a cometer actos de terrorismo violento? (Proyecto Connekt). ¿Cómo son los procesos de radicalización de jóvenes europeos y de migrantes musulmanes? (Islam-Ophobism).
Y, ¿cómo es que la religión polariza? El proyecto Grease examinó la gobernanza de la diversidad religiosa, los procesos de radicalización violenta. Y en Retopea estudiaron las religiones en las diferentes comunidades.
Los movimientos populistas expresan el descontento, pero terminan en violencia, en odio, en discordia política. El proyecto Demos estudió el populismo y la democracia. Y Powder analizó cuatro movimientos para comprender sus mecanismos.
Hay comunidades capaces de sobrevivir ante la radicalización y PAVE las investigó para robustecer su resiliencia. Y el proyecto Prevex comparó la flexibilidad de diversas comunidades ante las rupturas.
En pantalla, el proyecto Grievance modeló, dibujó, los riesgos del extremismo violento, basándose en datos nuevos y en técnicas como el mapeo en terreno sobre la base de la posibilidad de estallidos.
Y, para anticipar los conflictos y preparar a la sociedad, en ViEWS trabajaron con algoritmos y aprendizaje automático a partir de múltiples casos recientes de violencia.
El proyecto InTo examinó el concepto de tolerancia, buscó definirla para estimular conversaciones sobre diversidad cultural.
Como algunos movimientos de extrema derecha se han centrado en el entretenimiento para difundir su discurso extremo, el proyecto Onlinerpol estudió el fenómeno.
Todo, a partir de entrevistas, encuestas masivas, análisis de imágenes y múltiples fuentes. El proyecto Grievance aplicó las técnicas computacionales últimas.
Regresan las interrogantes: ¿Qué causa el extremismo violento? ¿Dónde aparece? ¿Cuándo? ¿Qué actos del gobierno lo causan? Por ejemplo, en Irlanda del Norte, un lugar que resulta más propicio para un atentado si por ahí pasa una carretera, o hay una comisaría o una base militar. Conclusiones.
Recopilaron información no solo europea. La Unión Europea ofrece los resultados a todo el mundo, porque también utilizaron datos globales.
Los podemos aprovechar. En Chile funciona el Instituto Milenio para la investigación en violencia y democracia (VioDemos) que dirige Helene Risor. La descripción de su labor ofrece “conocimiento experto y recomendaciones sobre prevención y reducción de la violencia”. (viodemos.cl).
Mientras tanto, veo en televisión los disturbios en Marsella, allí también tengo seis nietos. ¿Alcanzará el Presidente Macron a aplicar las conclusiones de la ciencia?