En la Copa Libertadores, Colo Colo, con las dificultades que arrastra en esta temporada, salió con más vida de la prevista desde La Bombonera. En el mismo torneo, Ñublense viajó a Quito y mostró oficio para sacar un bravo 0-0 ante Aucas, que lo mantiene ilusionado para ir al repechaje con un segundo de la Copa Sudamericana. En esta competencia, Audax Italiano respondió al favoritismo y zanjó con autoridad su clasificación a la repesca con un tercero de la Libertadores, al superar a Blooming en Santa Cruz. Palestino quedó bien parado luego de un trabajado 0-0 con San Lorenzo en el Bajo Flores. La semana la cerró Magallanes, que sentenció su eliminación con una derrota 3-2 ante César Vallejo, en el estreno de Mario Salas en la banca “carabelera”.
Lo del Cacique es complejo, más allá de que una victoria sobre Pereira lo deposita en los octavos de final de la Libertadores. Se equivoca Gustavo Quinteros cuando dice que su equipo genera situaciones, pero no concreta. Para nadie es un misterio que le cuesta anotar: apenas tres goles en su grupo, dos de ellos de penal, mientras que en el Campeonato Nacional suma 20 en 16 encuentros, pero cinco de ellos fueron anotados en el estreno ante Deportes Copiapó. ¿Cuántas opciones tuvo Colo Colo frente a Unión Española, Universidad Católica y Curicó Unido? Escasas. El patrón se repitió en la arena internacional. Por eso el optimismo es tibio para el decisivo duelo del 29 de junio con los colombianos. El club y el entrenador fallaron en las incorporaciones y ahora necesitan refuerzos en serio para reacomodarse en el segundo semestre.
A esta altura, qué duda cabe de que Ñublense es un cuadro modelado a imagen y semejanza de Jaime García. El 0-0 en Quito fue angustioso y afortunado, porque Nicola Pérez detuvo un penal a Jhon Cifuente, pero la mano del técnico se notó. Sin sinonimia fatua, con menos computadores, en la banca —donde se ven los gallos— movió sus piezas para sacar la tarea. Lorenzo Reyes fue volante, líbero y volvió a la mitad del campo, Bernardo Cerezo también cumplió varias funciones y cuando el rival apremiaba, oxigenó su escuadra. Su lucidez recordó los buenos tiempos de Orlando Aravena, José Sulantay o Nelson Acosta, que al borde de la cancha resolvían con esa viveza que no se compra.
En Audax cambiaron de timón en el momento justo. Luca Marcogiuseppe completó su sexta victoria sobre siete encuentros. En Santa Cruz de la Sierra ganó 2-1 y alcanzó la opción de seguir en la competencia, dejando en el camino a Santos. El gol de Matías Sepúlveda, desde su propio terreno, fue la joya de la corona. Seguro que entra en la pelea por el premio Puskas de la FIFA. Otro motivo para festejar son los 500 mil dólares que entrarán en la tesorería por disputar el repechaje.
La actuación de Palestino también es llamativa. Rescató un empate sin goles ante San Lorenzo, tercero en el fútbol argentino, y la opción de llegar a la repesca con un sobreviviente de la Copa Libertadores es cercana. Su rival, Fortaleza, ya clasificó y lo más probable es que vendrá con suplentes. El epílogo de Magallanes en Trujillo lo encontró en la transición que afronta el nuevo conjunto de Mario Salas. No la tiene fácil, pero la llegada de Joaquín Larrivey y un PF experimentado, como Marcelo Rosemblat, asoma sensato.