Rostros preocupados y ceños fruncidos eran la tónica ayer en el Ministerio de Salud, donde las autoridades de la cartera convocaron de forma extraordinaria a un grupo de representantes de distintas áreas, entre ellos integrantes de sociedades médicas, miembros del Consejo Nacional de Respuesta Pandémica y representantes de la red privada de salud, como la Asociación de Clínicas de Chile.

La reunión estuvo enfocada en analizar el duro escenario que cursa el país por la alta demanda asistencial por males respiratorios. Al término de la cita, la ministra Ximena Aguilera reconoció que “a pesar de que era esperado, estamos frente a uno de los brotes mayores de virus sincicial que hayamos visto”.

De hecho, si se analizan los datos del Minsal sobre hospitalizaciones por virus respiratorios hasta la primera semana de junio, el país alcanzó la mayor cifra de los últimos seis años.

“Enfrentamos el brote más violento de virus sincicial respiratorio del que se tenga noticia en la historia sanitaria de Chile”, sostiene el exministro Jaime Mañalich.

Justamente el virus respiratorio sincicial (VRS) es uno de los que más está circulando y el que más problemas está generando, con un incremento violento de los casos graves en niños de hasta cuatro años, y sobre todo en los menores de un año.

El propio expresidente Sebastián Piñera tuiteó que “dada la gravedad de la crisis provocada por virus respiratorios y la muy lamentable muerte de dos infantes que no pudieron recibir el tratamiento necesario,el equipo médico que enfrentó la pandemia del coronavirus durante nuestro gobierno está totalmente disponible a colaborar”.

Plazas ocupadas

A las 11:00 horas de ayer, había 1.054 camas críticas pediátricas habilitadas en el sector público y el privado, con una ocupación del 94% en las de cuidados intensivos y 89% en intermedios.

Aunque en los últimos días se han dado a conocer casos de lactantes que fallecieron por enfermedades respiratorias, analizando las cifras históricas, las muertes en menores de un año durante 2023 se mantienen por debajo del registro de los últimos 14 años, con tres decesos, solo por encima de 2020 y 2017 a la misma fecha.

Con todo, según un análisis de Rafael González, académico de la U. Mayor, hecho con datos del Departamento de Estadísticas del Minsal, la tasa de fallecidos por virus respiratorios está muy por encima de los últimos siete años a la misma fecha, llegando a 2,7 por millón de habitantes, mientras entre 2016 y 2019 fue de 1,9.

Cuestionamientos

Este escenario ha agudizado las críticas al manejo de la autoridad sanitaria y su preparación para anteponerse a esta crisis. Sin embargo, la ministra Aguilera asegura que “desde el punto de vista epidemiológico estamos en una situación que habíamos previsto, y por lo mismo, la alerta sanitaria se prorrogó el 23 de marzo incorporando virus respiratorios, lo que hoy nos permite usar mecanismos extraordinarios”. Y ejemplifica que “en mayo se entregaron recursos para reconversión de camas pediátricas”.

Ernesto Paya, presidente de la Sociedad Chilena de Infectología, grafica así lo ocurrido: “Nos quedamos súper contentos con que se estaba acabando la epidemia del coronavirus, y no tuvimos la suficiente previsión para ver que lo que iba a pasar ahora es que iba a ‘quedar la escoba' con los niños. Esto nos pilló y estamos tratando de resolverlo un poco en el camino, y yo creo que en todos los niveles. Podríamos haber previsto mejor que esto iba a suceder”.

Para Juan Pablo Torres, infectólogo y vicedecano de Medicina de la U. de Chile, “se pudieron tomar algunas medidas antes y se pudo haber hecho una mejor comunicación de riesgo. Ahora, lo que uno esperaría es que la gestión, sobre todo de camas, que ya llegó a ser compleja tal como se había pensado que podía ocurrir, ahora sea lo más eficiente posible”.

Ayer, la ministra anunció iniciativas como el “refuerzo de la gestión de las camas críticas pediátricas; las vamos a separar de las de adultos y vamos a hacer un esfuerzo adicional de esa gestión, para que sea más expedito el manejo de estas”.

Además, el ministerio informó que en el caso del sistema público, las camas UCI pediátricas han aumentado de 186 a 296 habilitadas actualmente. En el sector privado, se han incrementado de 122 a 135.

Según Jorge Fabres, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Pediátrica, “de que había una preparación, la ha habido, aunque tal vez sea un poco conocida. Uno de los temas ha sido la falta de comunicación de riesgo a la población”.

Cecilia González, investigadora del Observatorio Latinoamericano de Virus Sincicial de la U. del Desarrollo y exjefa de Inmunizaciones del Minsal, dice que se debió “haber insistido, haber comunicado mejor el riesgo, insistir en el lavado de manos y la mascarilla para los niños. Falta educación a la población, esto es lo mismo que el covid-19 (...). Faltó preocuparse de que esta relación, que estuvo en la pandemia, de usar las camas del sistema privado para recibir niños del público, todo eso que se hizo, deberíamos replicarla tal cual”.