Señor Director:

A Constanza Hube y Marcela Cubillos (columna del lunes) les llama debidamente la atención que el texto de los expertos, “al regular un mecanismo de reemplazo (no solo de reforma) de toda la Constitución”, consagre su propia posibilidad de fracaso.

Me parece que la Comisión Experta ha decidido mantener el artículo 386 de la propuesta para una nueva Constitución, rechazada plebiscitariamente el pasado septiembre, que distinguía entre reforma y reemplazo constitucional. Un reemplazo constitucional total solo podría realizarse a través de una Asamblea Constituyente, con lo que quedaría abierta la posibilidad de activar el poder constituyente originario.

Resulta paradójico que el nuevo texto constitucional propuesto por los expertos contenga la semilla de su propia destrucción revolucionaria. Sobre todo si se piensa que el poder constituyente originario, que reside esencialmente fuera del ámbito constitucional positivo, no puede tener cabida al interior de la Constitución misma.

Renato Cristi