Señor Director:

Respecto a la carta del viernes de Mario Waissbluth, quiero comentar algunos puntos a considerar.

Primero, los liceos Bicentenario no seleccionan a sus alumnos. Desde la promulgación de la Ley N° 20.845 de “Inclusión Escolar, que regula la admisión de los estudiantes”, en mayo del 2015, se estableció un nuevo Sistema de Admisión Escolar (SAE) que prohíbe la selección de alumnos en base a sus resultados académicos o su contexto socioeconómico. A partir de entonces, la gran mayoría de los establecimientos del país que reciben fondos del Estado dejaron de seleccionar, incluyendo a los liceos Bicentenario.

Segundo, es un mito o falacia decir que en estos establecimientos hay mejores directores y profesores, ya que no hay un foco especial en este ámbito.

Tercero, se dice que no hay resultados de los actuales liceos, pero el mismo SAE evidencia que los apoderados prefieren como primera opción un liceo Bicentenario antes que otro establecimiento. Eso se da porque ven que la formación que entregan los liceos con este sello es una formación integral. También pueden considerar los resultados a nivel nacional en las evaluaciones estandarizadas, siendo el número uno en establecimientos municipales el Liceo Bicentenario de Temuco.

La clave en estos liceos no son los recursos ni la selección; es la motivación por ser un mejor liceo, donde se implementan los pilares Bicentenario a través de altas expectativas, foco en el aprendizaje de los estudiantes y liderazgo educativo. Así se ha trabajado en los últimos años para fortalecer la calidad de la educación pública, siendo un 66% de los liceos Bicentenario de esa modalidad.

Lo mejor será dejar atrás los mitos, ideologías, realizar una nueva evaluación de impacto y hacer de esta política pública una política de Estado que ayude a todos los establecimientos del país, ya que si llevan a cabo los pilares y estándares Bicentenario, tienen la opción para mejorar sustancialmente.

Camila Romero M.
Ex Coordinadora Nacional Liceos Bicentenario