Al ser presentado en Flamengo, Jorge Sampaoli ha dicho que aprecia la presencia de Arturo Vidal en el plantel y que tiene con él “una gran relación”, además de ser “un agradecido de lo que generó en el país y en mí con esa Copa América que ganamos”. Bellas palabras.
Según periodistas que hablaron con el entrenador en los días de festejo por esa conquista, este les habría confesado que sus deseos de dejar el seleccionado se originaban en el mal comportamiento del equipo y, en particular, de Vidal, de quien todos recordamos su imperdonable comportamiento de entonces y la incomprensible permisividad del técnico.
¿Cuál sería el verdadero sentimiento del nuevo DT de Flamengo? Entre creerle a él o a los periodistas, les creo a los periodistas. No me pierdo ni un centímetro ni un segundo.
Si los últimos días se han caracterizado por algo es por lo que los personajes han dicho. Y en todos o casi todos los decires hubo algún airecillo o ventarrón polémico.
Por ejemplo, en aquello que advirtió Juvenal Olmos sobre el clima adverso del plantel de la UC con Ariel Holan, a quien le estarían “haciendo la cama”. El futbolista retirado, entrenador sin banca hace cuatro años, hoy devenido en comentarista, cree, entiende o sabe que los jugadores universitarios no quieren la continuidad de su actual técnico y por eso estarían yendo a menos, lo que explicaría los rendimientos y resultados a la baja del equipo. Grave y nunca antes dicho directamente, como esta vez ha hecho Olmos.
Muchas veces se ha sospechado y se ha insinuado que equipos han “ido para atrás” con el objetivo de que sea despedido el entrenador, pero nunca se había afirmado.
Tan interesante como la denuncia ha sido la reacción del medio. Los futbolistas retirados no creen que la cama esté siendo protagonista en la UC; más aún, que no lo es en ningún club y que nunca lo ha sido ni lo será. Al menos, nunca lo han visto.
Jean Beausejour, que goza de gran credibilidad, dijo: “He estado en varios planteles y nunca vi que los jugadores echaran a un DT”. Marcelo Barticciotto, a quien desde hace un tiempo le creo casi tanto como a Sampaoli, ha dicho que no cree en camas y solo acepta que “quizás la forma de trabajar del técnico, la forma de ser del entrenador fastidia a los futbolistas y eso hace que quizás no haya el compromiso que deberían tener”.
En fin, nadie se hace cargo de que algún jugador o algún plantel pueda ir a menos para conseguir el despido del técnico. Solo Juvenal Olmos, que debe tener buenos motivos o experiencias para decir lo que dice.
También en estos días hablaron las esposas y exesposas de famosos futbolistas, todos seleccionados o exseleccionados, levantando polvillos o polvaredas. Pero esas son otras historias.