La discusión en torno a las 20 mil expulsiones de extranjeros pendientes escaló después de la intervención del Presidente Gabriel Boric, al explicar las razones que las motivan, las que fueron rebatidas por altos representantes de Venezuela y Bolivia.

Fue el lunes cuando la ministra del Interior, Carolina Tohá, instaló el debate sobre las deportaciones firmadas, pero no ejecutadas. Cuatro días después, la jefa de gabinete continúa dando respuestas acerca de por qué suceden, razones que han sido vinculadas a la ausencia de facilidades por parte de Caracas y La Paz, ya sea como vía de reconducción o expulsión.

Al ser desde 2013 a la fecha las medidas decretadas, parlamentarios coinciden en las complicaciones que hay para dar con las personas en que pesa una de estas 20 mil órdenes; no obstante esa realidad, Tohá afirmó que “las personas que están expulsadas, que tienen un decreto de expulsión, no van a tener ningún ‘perdonazo'. En lo más mínimo”, junto con añadir que el número de personas deportadas “no se acumuló en esta administración. Cuando el gobierno del Presidente Boric asumió, ya había veinte mil personas con decreto de expulsión cursado sin que se hubiera ejecutado esta”.

En sus declaraciones, autoridades chilenas han dado cuenta de las dificultades que existen en cuanto a colaboración para la expulsión de venezolanos a su país y en la reconducción con Bolivia. Consultado sobre el rol de Caracas, el Presidente Gabriel Boric planteó, después de una actividad en Pisagua, que “vamos a estar trabajando intensamente en eso. La relación evidentemente hace tiempo no es fácil, pero nosotros tenemos la mejor voluntad para trabajar con todas las herramientas que otorga el derecho internacional para abordar el fenómeno, que ha sido muy difícil, de la migración, en donde Venezuela tiene un rol muy importante que jugar. Acá no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones. Y ese es el espíritu del Gobierno chileno”.

Ante sus dichos, los que van en la línea de lo señalado veinticuatro horas antes, reaccionó el expresidente de Bolivia Evo Morales, quien lamentó “la posición unilateral del hermano Presidente de Chile, Gabriel Boric, hacia migrantes que son víctimas de los bloqueos económicos de EE.UU. contra Venezuela y las políticas de hambre del modelo neoliberal en América Latina. Respeten los derechos humanos”. La alusión a los DD.HH. por parte de Morales, y antes por el canciller venezolano, fue comentada por parlamentarios chilenos, en cuanto a la adversa realidad en la materia reseñada por organismos internacionales.

Quien rebatió esos dichos fue el senador PPD Jaime Quintana: “Las declaraciones de esas cancillerías son completamente inamistosas. Chile no se puede hacer cargo del descalabro económico-social del experimento chavista y espero que la nueva Cancillería chilena haga ver a sus pares bolivianos que la política de hacer de su país un corredor libre, permitiendo no solo el paso de personas que buscan mejores condiciones, sino que también de bandas de crimen organizado, es una posición que va a tener consecuencias en la relación de interdependencia con nuestro país”.

Esfuerzo diplomático

Para revertir lo que sucede con las miles de expulsiones pendientes, el Ejecutivo apostó por esfuerzos diplomáticos que afiancen las relaciones con los países protagonistas del auge migratorio en la región.

Sobre esas acciones, el nuevo canciller, Alberto van Klaveren, comentó que “el problema migratorio nos preocupa, y nos preocupa mucho. El Presidente nos ha dado mandato, el que consiste justamente en fortalecer los contactos con los países que están involucrados en esta situación. Y eso significa también fortalecer todos los contactos previos que ha habido; a nivel de la Cancillería ha habido una serie de reuniones con autoridades de estos países, ha habido también intentos de mayores contactos, pero en estos momentos están dadas las condiciones para fortalecer el diálogo”.

De esos contactos, explicó el ministro de RR.EE., “ha habido señales positivas, tanto de parte de las autoridades bolivianas como venezolanas. Ambas están dispuestas a tener un diálogo en este tema. Y creo que es una oportunidad que tenemos que aprovechar. Y hay una ocasión en que justamente podemos dialogar. Vamos con el Presidente a la Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo y habrá autoridades de ambos países. Por cierto, no es un tema central de la cumbre, pero es una instancia para poder tener contactos con los diferentes países y manifestar la preocupación que tenemos como país por esta situación y poder avanzar en estructurar una instancia de contacto y de diálogo que pueda llevar a la opción de medidas más específicas y más concretas”.

De Demócratas, los senadores Matías Walker y Ximena Rincón, junto con el exembajador y exdiputado Jorge Tarud, visitaron al ministro Van Klaveren. Después del encuentro, Rincón comentó que “el respeto a los DD.HH. y las coordinaciones son fundamentales en las relaciones internacionales, pero que no nos vengan a dar lecciones de cómo hacer las cosas”, en referencia a los recientes dichos sobre la materia de autoridades venezolanas y de Evo Morales.

Mientras discurre el debate, los diputados de la comisión macrozona norte ya despacharon una citación para recibir al canciller Van Klaveren en su sesión del lunes y así recabar más antecedentes acerca de la información que ahí se originó, respecto de las 20 mil expulsiones de extranjeros pendientes.