Señor Director:

Sorprende que autoridades y asesores de gobierno celebren que en 2022 “solo” se registró por PDI el ingreso de 54 mil extranjeros de forma clandestina, más que la suma de los años 2018, 2019 y 2020 combinados, pero dos mil registros menos que 2021, año con pandemia y fronteras cerradas.

No hay que celebrar que en Tarapacá subieron casi un 20% las denuncias de ingresos ilegales, que una funcionaria del Ministerio del Interior fue arrestada por traficar personas en Colchane, que el 45% de los presos en la región son extranjeros y que a nivel nacional los extranjeros representan casi el 12% de la población privada de libertad, cuando los migrantes son el 7,5% de la población en Chile. Tampoco se debe celebrar que expulsaron a menos de 30 extranjeros por ingreso clandestino, de un total de 54 mil ingresos, ni contar las expulsiones firmadas como éxito, cuando lo importante es que los extranjeros que no vengan a aportar vuelvan a su país de origen, no que tengan un papel firmado por un burócrata.

Lo que se necesita es que se elimine la resolución de abril de 2022 que prohíbe devolver a Bolivia a extranjeros no bolivianos si ingresan ilegalmente a Chile, que se solicite colaborar a las Fuerzas Armadas hoy con el control fronterizo a través de un estado de excepción y que se establezca una meta mínima de expulsiones administrativas por ingresos clandestinos, al menos el 10% de todos los que entran ilegalmente a Chile.

Prometieron resolver los temas de seguridad y migración, y estamos peor que nunca. Es hora de que empiecen a gobernar y se tomen en serio el tema; no necesitamos más excusas, sino que tomen medidas y acciones, y dejen de excusarse en reformas legislativas porque las herramientas están, solo que no quieren o no saben cómo ocuparlas.

Luz Ebensperger
Senadora por Tarapacá

Álvaro Bellolio
Director Observatorio Migración Responsable