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Cartas
Viernes 02 de diciembre de 2022
No hay milagros
Señor Director:
Gerardo Varela y Renato Cristi han recurrido al “Milagro económico” alemán para ilustrar visiones contrapuestas sobre los méritos del neoliberalismo y las políticas industriales. Si bien ambas visiones tienen mucho de verdaderas, también son parciales. El boom económico alemán de la posguerra no fue realmente un milagro, sino que el efecto de las circunstancias únicas de la llamada “hora cero”. Tal como señala Cristi, la industria alemana sobrevivió a la guerra relativamente intacta: solo un 7% de la maquinaria industrial fue dada totalmente de baja. Sin embargo, tal como explica Varela, para 1948 la economía alemana estaba racionada y controlada, funcionando en base al trueque y cigarrillos. Parte del sentido de ello era evitar que la enormidad de marcos imperiales sobrevaluados que los alemanes habían sido obligados a ahorrar por una década desatara una inflación incontrolable.
Al liberalizar la economía, Ludwig Erhard convirtió los viejos marcos por nuevos en una razón de 15 a 1. El resultado fue la destrucción total de los ahorros privados y el reseteo de la economía, en un contexto en que existía capital físico operativo, millones de desplazados del Este asimilables instantáneamente desesperados por trabajar y un tipo de cambio fijo proexportador. A ello, pronto se sumó el plan Marshall. El despegue fue casi inmediato.
Sin embargo, lo particular de “la hora cero” dificulta sacar lecciones generales. ¿Qué gobierno puede hacer desaparecer los ahorros de un día para otro para controlar la inflación o simplemente “poner en marcha” capital físico sin crearlo? Ello no implica que la experiencia alemana no ofrezca lecciones relevantes, pero no se trata de recetas milagrosas sobre liberalización económica o dirigismo estatal.
Como señalara en 2014 Steward Brown, asesor jefe del ex Primer Ministro británico Gordon Brown, hay mucho que puede aprenderse de las políticas e instituciones de la posguerra alemana, pero lo que resulta realmente inspirador son sus valores: compromiso decidido con el libre mercado, pero con uno que es responsable y promueve intereses de largo plazo, colaboración por sobre conflicto en el lugar de trabajo, inversión en capital humano y que la prosperidad llegue a todos.
Ernesto Vargas Weil
Abogado