“El shock del futuro” (1990), de Alvin Toffler, y “El medio es el mensaje” (1967), de Marshall McLuhan, lo advierten: ante una gran crisis, como la energética, se producen terremotos sociales. El paro de los transportistas muestra este trance de adaptación.
Es cierto que ellos reaccionan ante la seguridad endeble, mas otros dos factores marcan futuro: el alza del precio del diésel y los compromisos adquiridos en la COP27. Para 2045, Chile será “bajo” en emisiones de CO{-2}; para 2050, cero emisiones.
No más “negocios como siempre”.
La ONU apunta a restringir el uso de combustibles fósiles. Los 220.000 camiones de Chile ya consumen el 30% de la energía que el país invierte para el transporte.
El Ministerio de Energía, con los de Transporte y Medio Ambiente, apuntan a la adaptación del sector antes de que llegue el 2045. Motores eléctricos, nueva distribución.
En EE.UU., la Agencia de Protección Ambiental instaló el programa “Smartway” (https://bit.ly/3GIc05b), que apoya esa adaptación. Inspirado en él, en 2019, nuestro Ministerio de Energía armó “Giro limpio” (https://bit.ly/3VtZRF1), programa que hoy asocia a 15 mil transportistas. Lo dirige el ingeniero Matías Vera.
Proponen cambios necesarios. Primero, para ahorrar diésel; después, para instalar la electromovilidad, el hidrógeno verde.
El transporte puede economizar hasta un 5% del rendimiento de combustible si aplican las variadas recomendaciones (neumáticos inflados pueden ahorrar un 2%).
En “Giro limpio” asesoran en tecnologías y repuestos. Por ejemplo, muchos conductores mantienen andando el motor y aire acondicionado; solución: instalar climatizadores autónomos. La entidad los certifica.
Antes de adquirir un camión, los afiliados pueden pedir consejo. Se les calcula la potencia que realmente necesitan en sus rutas habituales, evitando la compra de innecesarios motores de alto consumo. Y los guían en la obtención de un crédito de eficiencia energética en el Banco Estado.
Los conductores son claves. En “Giro limpio” los educan para un manejo eficiente, lo que siempre es equivalente a un manejo seguro, me dice Matías Vera. Llevan un registro de conductores capacitados.
También, para las flotas, arman un diplomado de Administrador de Energía, generan un registro de gestores energéticos y preparan la metamorfosis de la industria del transporte hacia bajas emisiones y la instalación del hidrógeno verde. Otean los desafíos.
Se prepara el cambio inminente.
Nosotros con mi señora, reconociendo para dónde va la cosa, suprimimos un auto; pagamos $350 en el transporte público, subvencionados. Ella ocupa poco nuestro auto que da 14 km por litro. Querría un híbrido, pero el Estado aún no subvenciona esa movida. Pero estoy feliz, porque una estación de metro quedará a 100 metros de mi puerta, subvencionado.
El Estado nos ayuda; como a los transportistas, a quienes subvenciona más que a nosotros. Los tiempos cambian para todos. Algunos van a paro, ciegos a la historia, a la adaptación, e hiriéndonos a los demás.