Señor Director:

El Presidente Boric prometió muchos beneficios en su propuesta de reforma, pero esconde de dónde sacará los recursos.

Hoy día, con el empleo de calidad en disminución, anunciar un aumento de 6 puntos porcentuales en el tributo sobre los empleos con seguridad social frenará más la creación de empleo de calidad. Ese aumento elevaría la cotización total desde 22% del sueldo a 28%.

Si se aprobara como se anuncia, aumentaría la subdeclaración de cotizaciones, también las personas que prefieren empleos legalmente exentos de cotizar (comerciante callejero, feriante, pescador artesanal, etcétera), y muchas pymes se pasarían a la informalidad. Las interrupciones de cotización aumentarían, lo que reduciría las pensiones contributivas del futuro para muchos sectores medios.

El plan de Boric tampoco reconoce que en los empleos sin seguridad social hay menos capacitación y menos aprendizaje y que por lo tanto los salarios crecen menos que en los empleos con seguridad social, como documentan estudios internacionales recientes. Este efecto negativo amerita que el Congreso condicione estos nuevos tributos a mejoras en la densidad de cotización, lo que requiere medidas especiales.

Por todo lo anterior, la propuesta recaudaría bastante menos que lo proyectado. Sin abordar esto, es poco serio centrar la discusión en el destino del 6% de cotización adicional.

Respecto del uso de fondos, la propuesta está incubando un déficit (y caída de pensiones) enorme al pasar a reparto los 6 puntos porcentuales de nueva cotización y al mismo tiempo reconocer acreencias en los registros individuales, porque las pensiones de reparto son mucho más vulnerables a las caídas de natalidad que las de capitalización. La inmigración de bajo capital humano que estamos recibiendo no alivia esto.

Salvador Valdés P.
UAI Negocios