El Mercurio.com - Blogs : La Exposición Industrial de 1922
El Mercurio en el tiempo
Sábado 24 de septiembre de 2022
La Exposición Industrial de 1922
24 de septiembre de 1922
Galletas y bombones de la porteña fábrica Hucke y polvos de arroz para el rostro marca Condal eran algunos de los cientos de productos chilenos que se exhibían en esta gran muestra fabril. Ubicada en la Quinta Normal de Agricultura, fue inaugurada por el Presidente Arturo Alessandri el 17 de septiembre de 1922 y permaneció abierta al público hasta noviembre. El edificio principal era el Pabellón París (en la imagen), estructura que se construyó para la Exposición Universal de 1889 realizada en la capital francesa y que actualmente alberga al Museo Artequin.
Tal como informaba “El Mercurio”, el gran propósito de esta exhibición era demostrar el grado de progreso alcanzado por la industria chilena en ese entonces. Por ejemplo, en la sección de maquinarias era posible admirar los modelos de toda clase de motores eléctricos y a vapor fabricados en fundiciones. También los adelantos alcanzados por las maestranzas, cuyos coches de ferrocarril y máquinas destacaban por “su perfecta construcción”.
Llamaba igualmente la atención “la naciente industria azucarera derivada de la betarraga”, cuyo principal exponente era la Refinería de Azúcar de Viña del Mar: “El grado de pureza y de blancura, tanto en la refinería como en la panificación de los azúcares, es magistral”.
Asimismo, había hilanderías, productos químicos, fábricas de vidrios, molinos e industrias conserveras. Sin olvidar el gran pabellón de muebles y la sección de “objetos de inventiva particular” (como un desmanchador rápido creado por un ingenioso emprendedor).
Lo cierto es que un objetivo claro de la muestra era fomentar el consumo de lo “hecho en Chile”. Un editorial del diario recalcaba la cantidad de empleos que daban las industrias nacionales y que el país, de esta manera, se encaminaba a su independencia económica: “Estamos ciertos de que buena parte del público será gratamente sorprendido al saber que determinado artículo, que imaginaba que era importado, es elaborado en fábricas chilenas, con materias primas de esta tierra y por brazos chilenos”.
Con todo, la feria fue el gran acontecimiento primaveral en Santiago, pues además de los diferentes stands, había entretenimientos para toda la familia. Desde un trencito que recorría el parque, hasta bandas de jazz y fiestas en el jardín.