Se acabaron las especulaciones y las cuentas regresivas. Hoy, Movimiento Amarillos por Chile dará el primer paso para constituirse como partido político.

El grupo, conformado durante la discusión de la Convención Constitucional sobre la cual tuvo una mirada crítica que los llevó a empujar el Rechazo en el plebiscito de salida, tendrá su primer hito hoy a las 17:00 horas en el ex Hotel Neruda, donde 100 ciudadanos firmarán la escritura de constitución del partido, el primer paso exigido por el Servicio Electoral (Servel) para iniciar el proceso.

No es casualidad que Amarillos por Chile haya optado por aquel recinto, pues es el mismo espacio donde el pasado 4 de septiembre el grupo liderado por Cristián Warnken esperó los resultados del plebiscito de salida.

Hasta allí concurrirán Warnken y otros personeros que durante la campaña del Rechazo fueron muy activos y que seguirán su vida política en Amarillos. Por ejemplo, es el caso de Isidro Solís, histórico militante del Partido Radical, quien esta semana renunció a esa colectividad. También asistirán exmilitantes de la Democracia Cristiana como Jorge Burgos, José Pablo Arellano y René Cortázar. “Hay mucho cercano al laguismo que estará con Amarillos”, comentan miembros de la agrupación.

Continuadores de la Concertación

Además de las cien firmas, entre los requerimientos del Servel para comenzar el proceso está la presentación de una declaración de principios.

Amarillos seguía hasta ayer trabajando en el documento que comienza señalando que esta declaración “forma parte integrante de los estatutos del partido político ‘Movimiento Amarillos por Chile' y su cumplimiento honesto e irrestricto por parte de todo afiliado es básico para la acción y defensa de las ideas que sostienen nuestra identidad política”.

El escrito, que consta de siete puntos, subraya que Movimiento Amarillos por Chile “es un partido democrático y reformador que aspira a contribuir a que Chile sea una República organizada en base a los principios y mecanismos del sistema democrático representativo”.

Como partido, señalan, creen en un Estado democrático y social de derecho; la igualdad ante la ley; la separación efectiva de los poderes públicos; la autonomía del Poder Judicial, del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo; respetan la libertad de expresión; valoran el rendimiento de cuentas de quienes gobiernan, y rechazan la violencia en todas sus expresiones.

Destacan que “la democracia supone que quienes ganan no lo ganan todo y los que pierden no lo hacen para siempre; de allí que las reglas democráticas deben proteger los derechos de quienes quedan en minoría” y que “apoyamos el monopolio de la fuerza en los organismos legítimamente habilitados para ejercerla. Siempre la ausencia de orden termina perjudicando a los sectores más vulnerables (...)”.

En sus principios, Amarillos explicita su origen “producto de un movimiento ciudadano que se opuso a una propuesta constitucional que carecía de las características necesarias para unir a los chilenos y chilenas, que si bien contenía normas rescatables, presentaba graves errores y problemas para el devenir democrático de Chile y, por ello el pueblo la rechazó ampliamente. (...) La tarea de proveer a Chile de una nueva y buena Constitución no ha terminado y culminar la construcción de esa casa común es el primer objetivo para el cual nace nuestro partido”.

En otro punto plantean que para avanzar hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y fraterna, “el camino que propone el Movimiento Amarillos por Chile es el de la reforma” y que “los países que han logrado mayores éxitos (...) vemos que son aquellos que se han desarrollado a través de reformas graduales y no a través de procesos revolucionarios”.

Y afirman que “no somos un partido sin historia, nos consideramos continuador, ante los nuevos desafíos históricos, de lo realizado por la Concertación de Partidos por la Democracia, que condujo de forma exitosa la salida de la dictadura y dirigió al país durante los veinte años de mayor avance económico, social de la historia de Chile, con errores y límites, por cierto, como toda obra humana”.

Foco en el proceso constitucional

Para los representantes de Amarillos por Chile, el objetivo en el corto plazo es claro: lograr la pronta constitución del partido para poder participar como tal en una eventual nueva elección de convencionales.

“Yo creo que apostamos a ser partido nacional, tenemos mucha gente interesada y apostamos a hacerlo en breve tiempo”, afirma el diputado Andrés Jouannet.

En la misma línea, la excanciller Soledad Alvear, quien estará en el grupo de los cien primeros firmantes, sostiene que “la primera tarea obligatoria de Amarillos es seguir trabajando por tener una Constitución nueva y buena. No sé lo que van a resolver los partidos políticos que actualmente están discutiendo en el Congreso, cuál va a ser la forma. Pero si esto tuviese que ver con elección de personas para constituir un mecanismo que se haga cargo, para eso nosotros necesitamos ser partido político, porque ahora los independientes no van a tener la posibilidad de presentarse como ocurrió en la ocasión anterior”. Añade que “la formación de un partido político que represente el centro en nuestro país es indispensable. El país se polarizó y por eso tuvimos tan buena respuesta nosotros, porque se necesita un centro que pueda generar un equilibrio”.

Por su parte, el exparlamentario y exmilitante PS Fulvio Rossi, quien también firmará hoy, destaca la mezcla que existe en Amarillos: gente nueva, con ideas frescas, pero también personas con una vasta trayectoria y expertise en materias técnicas. “Quién puede dudar que René Cortázar o José Pablo Arellano son personas tremendamente competentes, además de bien intencionadas”, dice y cuestiona que la “nueva generación” de alguna manera “desechaba las aptitudes técnicas”.