Señor
Pablo Milad Abusleme
Presidente de la ANFP
No lo conozco a usted personalmente, aunque tengo un perfil suyo bastante detallado a través de sus declaraciones, entrevistas y actuaciones públicas, y debo decir que de sus dos años como Intendente nunca escuché ni leí nada malo de su gestión y de su labor como presidente de la ANFP nunca he escuchado ni leído nada bueno.
Esto no deja de ser una curiosidad, pues generalmente las notas periodísticas que lo presentan en sus demás actividades son positivas. A fines de 2015, cuando diseñaba su candidatura para la presidencia del mayor poder futbolístico, programada para el 4 de enero siguiente, se destacaba su afición por el deporte y su título de campeón sudamericano sénior de lanzamiento de la bala, además de sus prácticas con el disco, el martillo y la jabalina. Y se lo presentaba como exitoso, también, en su cultivo del champiñón, desempeño campesino y empresarial, y como asociado a una importante sociedad comercial.
Es decir, una hoja de vida impecable a la que debe agregarse su licenciatura en Educación Física en la UTEM. O sea, usted fue deportista desde muy joven y seguramente desde niño, auspiciado por su padre, Abraham Milad, cuyo nombre lleva el gimnasio municipal de Curicó. Se inscribe en la descendencia de una prestigiosa y laboriosa familia de origen palestino. Y hay más en su currículum, que copio: “Estudios de fisioterapia en España, un doctorado en rehabilitación neuropsicomotora y un posgrado en técnicas de terapias alternativas”, que agrega su paso “por el básquetbol, defendiendo los colores del Liceo de Curicó en la Dimayor”. Estatura física no le faltaba ni le falta: 1,90.
Es difícil, don Pablo, encontrar un currículum deportivo más completo que el suyo. Abarca tres pasos universitarios: el señalado por la Universidad Técnica Metropolitana y por la Universidad de Barcelona y la Universidad Técnica de Lisboa. ¿Quién más hizo eso? No sé.
Y en la dirigencia futbolística de Curicó no se comentaron fallas. Al contrario, al ser el club una corporación usted ofrecía un antecedente a favor de quienes no simpatizan con el régimen de sociedades anónimas.
Entonces, ¿qué le pasó después? Todo su extenso y saludable currículum queda sepultado por su desempeño en la ANFP. Después de haber dicho, como candidato, que había que hacerlo todo de nuevo en una organización que ya no daba para más, ocurre que hoy las cosas no pueden estar peor. ¿Le quedó grande el intento refundacional? Usted negó, en ese mismo tiempo, que su candidatura estuviese apoyada por “el eje del mal”, pero su actual apoyo está radicado en gran parte en clubes cuyos propietarios no deberían serlo.
Una lista exhaustiva de los errores de su mandato ya está hecha y es demasiado extensa como para repetirla. Sin embargo, usted insiste y trabaja en su reelección. ¿Para qué? Este columnista, que respeta sus antecedentes públicos, cree que su carrera no merece este borrón.