Señor Director:

Tanto mi esposa como el suscrito hemos estado votando en nuestros respectivos locales situados a dos cuadras de nuestro hogar. Pues bien; el Servel, por sí y ante sí, nos envía al límite de nuestra comuna, en Av. Bustamante. Ambos tenemos 81 años de edad y el cambio nos significa un costo por taxi de ida y vuelta y la molestia respecto de las colas.

Esto es un abuso flagrante y discriminatorio, pues no hay instancia para reclamar y exigir reconsiderar la odiosa medida administrativa. A los adultos mayores, en vez de ayudarlos, este servicio nos impone medidas atrabiliarias, violentando nuestro derecho al respecto.

Eduardo de la Barra G.