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Cartas
Sábado 06 de agosto de 2022
Una cruz de nadie
Señor Director:
Durante la administración del expresidente Sebastián Piñera nace en Chile, el año 2010, el proyecto educativo de los Liceos Bicentenario, con el objetivo de conmemorar el bicentenario y dar la importancia a las comunidades educativas que están comprometidas con la mejora constante. Estos se mantienen hasta el día de hoy, entendiéndose como una política de Estado y que buscaba potenciar la calidad de la educación a lo largo del país.
Esta política ha transitado entre gobiernos de derecha y centroizquierda, contando con respaldo y continuidad, promoviendo el trabajo colaborativo, así como sus pilares: altas expectativas; foco en la sala de clases; nivelación de aprendizajes y reenseñanza; libertad y autonomía, y, por último, liderazgo directivo.
Somos 320 establecimientos a lo largo del país con estos sellos y trabajando para la excelencia académica, pero hoy, luego de doce años del programa y distintos gobiernos, nos preocupa su futuro. Los establecimientos con sello Liceo Bicentenario hoy no tienen apoyo ministerial, no existen coordinadores y menos el apoyo evidenciado en los años anteriores, lo que repercute en nuestro trabajo negativamente, por la incertidumbre y falta de rigurosidad de las actuales autoridades.
Por lo tanto exigimos reconsiderar la visión de dejar de lado este programa, conocer opiniones de las comunidades educativas de los Liceos Bicentenario, designar a los profesionales apropiados para continuar con lo planificado e ir así en la mejora de la educación chilena.
La educación no debe ser vista por colores políticos, sino como una visión global y como una política de largo plazo y de Estado.
Roberto Andrés Aravena Vega
Director Liceo Bicentenario Caupolicán, Los Álamos