Señor Director:

El homicidio constituye el delito más gravoso que contempla nuestra legislación y genera un daño social irreparable. Por sus características, representa uno de los indicadores más completos para medir la violencia a nivel internacional. De ahí la importancia de contar como país con cifras unificadas interinstitucionalmente para analizar y combatir este flagelo.

Con este fin, en 2018 la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD) impulsó la creación de un Observatorio de Homicidios, que se materializó a través de un convenio de colaboración que suscribieron la SPD, la Subsecretaría de la Mujer y Equidad de Género, el Servicio Médico Legal, Carabineros, Gendarmería y la PDI. El Ministerio Público, que es la entidad que cuenta con la valiosa información final de término de los casos, donde puede recalificarse la investigación penal, fue invitado y declinó incorporarse al Observatorio.

El viernes 20 de mayo, después de tres años, finalmente el fiscal nacional, Jorge Abbott, firmó con la Subsecretaría de Prevención del Delito un acuerdo que le permitirá ser parte del Observatorio y señaló que “la entrega de información que vamos a tener con este convenio va a ser fundamental para nuestro trabajo, particularmente para el análisis criminal y la persecución de focos que terminan en delitos con este”.

Es una buena noticia para el país, porque permitirá estudiar con detalle un fenómeno cada día más complejo, donde hemos visto aumentar el uso de armas de fuego (53% de los homicidios en 2021, según Carabineros) y los ajustes de cuentas (de 11% a 28% en cinco años). No obstante, el fiscal Abbott debe explicar por qué para el Ministerio Público solo ahora es “fundamental” ser parte del Observatorio, pero no lo fue en los años precedentes, en que bajo su dirección la entidad declinó ser parte de esta importante iniciativa.

María José Gómez
Exsubsecretaria de Prevención del Delito