Señor Director:

Vivimos tiempos complejos en que las instituciones deben jugar roles tremendamente importantes. El Colegio de Abogados debe ser una voz que convoque al respeto del Estado de Derecho, de las autoridades y, particularmente, de las fuerzas de orden encargadas de custodiarlo.

Es fundamental preservar el valor de la libertad individual reflejado en una colegiatura voluntaria. Ningún profesional puede ser obligado a pertenecer a una institución como requisito para ejercer su profesión, para ganarse la vida y para realizarse personalmente. Me preocupan especialmente los jóvenes, los que tienen menos redes, los que están solos. El Colegio tiene que ser un aporte para el desarrollo de sus carreras profesionales.

En un mundo de incrementada incertidumbre, sea por la situación nacional o por la pandemia, hemos olvidado la importancia de la certeza jurídica. Es necesario recuperarla. El estricto respeto a la ley y los contratos nos ayudará a predecir el futuro, disminuyendo los riesgos al momento de aconsejar a nuestros clientes en la toma de sus decisiones. Todo ello es básico para el bienestar de las personas y el crecimiento económico.

Florencio Bernales
Abogado