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Lunes 29 de noviembre de 2021
Diversidad, equidad e inclusión
Señor Director:
En una columna en este diario, mi amigo y colega en la Universidad de Stanford, Iván Marinovic, critica las iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) propuestas por el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez. La DEI es un tema complejo y creo que son bienvenidos los diferentes puntos de vista al respecto.
Iván cuestiona si las iniciativas de la PUC se asemejan a las impulsadas recientemente en universidades en EE.UU., lo que, según él, amenazaría “la misión misma de la universidad”. Esto porque, en su opinión, los proyectos DEI en EE.UU. implementan “cuotas en la selección”, obligan a “juramentos de lealtad al credo” y tienen un “carácter totalitario”, lo cual resultaría en el deterioro del proyecto académico.
Quisiera ofrecer una perspectiva distinta, a partir de mi trabajo durante este año dirigiendo el proceso de contratación de académicos de mi unidad en la U. de Stanford. Mi experiencia interactuando con administradores de iniciativas DEI ha sido diametralmente opuesta a lo que describe Iván; no me encontré ni con cuotas, ni con un credo, ni con totalitarismos. Me encontré con gente bien intencionada que tiene como misión aumentar la diversidad e inclusión de la Universidad enfatizando dos mecanismos importantes: (1) ampliar la red de posibles candidatos en la contratación, buscando postulantes de alta calidad en grupos subrepresentados; y (2) intentar reducir el sesgo en la revisión de postulaciones.
El objetivo de estos mecanismos es igualar la cancha para candidatos de minorías raciales o mujeres que históricamente han sido subrepresentadas en ciertos campos académicos. Al identificar a los mejores candidatos de una red diversa, la calidad del proyecto académico debiese aumentar. Por esto, aplaudo las iniciativas del rector Sánchez que espero otras universidades en el país también implementen. Seguramente habrá errores; sin embargo, me parece fundamental aumentar la DEI para enriquecer el proyecto universitario.
Gabriel Weintraub
Profesor titular Universidad de Stanford
En una columna en este diario, mi amigo y colega en la Universidad de Stanford, Iván Marinovic, critica las iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) propuestas por el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez. La DEI es un tema complejo y creo que son bienvenidos los diferentes puntos de vista al respecto.
Iván cuestiona si las iniciativas de la PUC se asemejan a las impulsadas recientemente en universidades en EE.UU., lo que, según él, amenazaría “la misión misma de la universidad”. Esto porque, en su opinión, los proyectos DEI en EE.UU. implementan “cuotas en la selección”, obligan a “juramentos de lealtad al credo” y tienen un “carácter totalitario”, lo cual resultaría en el deterioro del proyecto académico.
Quisiera ofrecer una perspectiva distinta, a partir de mi trabajo durante este año dirigiendo el proceso de contratación de académicos de mi unidad en la U. de Stanford. Mi experiencia interactuando con administradores de iniciativas DEI ha sido diametralmente opuesta a lo que describe Iván; no me encontré ni con cuotas, ni con un credo, ni con totalitarismos. Me encontré con gente bien intencionada que tiene como misión aumentar la diversidad e inclusión de la Universidad enfatizando dos mecanismos importantes: (1) ampliar la red de posibles candidatos en la contratación, buscando postulantes de alta calidad en grupos subrepresentados; y (2) intentar reducir el sesgo en la revisión de postulaciones.
El objetivo de estos mecanismos es igualar la cancha para candidatos de minorías raciales o mujeres que históricamente han sido subrepresentadas en ciertos campos académicos. Al identificar a los mejores candidatos de una red diversa, la calidad del proyecto académico debiese aumentar. Por esto, aplaudo las iniciativas del rector Sánchez que espero otras universidades en el país también implementen. Seguramente habrá errores; sin embargo, me parece fundamental aumentar la DEI para enriquecer el proyecto universitario.
Gabriel Weintraub
Profesor titular Universidad de Stanford
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