En su columna de ayer, el profesor Iván Marinovic, de la Universidad de Stanford, comenta mi columna “Universidad, inclusión y diversidad” publicada en esta sección el viernes 19 de noviembre. Lamentablemente no ha comprendido la columna, la que invito a leer o a releer a él y a los lectores. Nuestro proyecto no tiene ninguna relación con lo que se plantea en relación con una ideología global que en Estados Unidos es conocida como “Diversidad, Equidad, Inclusión” (DEI). A pesar de que se utilicen las mismas palabras, reitero que nuestra propuesta no tiene relación con DEI y esto queda claro al leer nuestra columna, por lo que no se entiende lo planteado por el profesor Marinovic.
Lo que he planteado es que las universidades deben avanzar en ampliar oportunidades y en disminuir barreras, de manera de facilitar la participación plena y en condiciones de equidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, valorando la riqueza de la inclusión, diversidad y equidad en nuestro quehacer institucional. Así, en la UC se han implementado acciones para eliminar las barreras de ingreso relacionadas con inequidades socioeconómicas, discapacidad, equidad de género, e interculturalidad.
En su columna, el profesor Marinovic nos ilustra respecto de las características de la ideología DEI. Nos dice: “describe a la sociedad como una lucha entre opresores y víctimas, donde el hombre blanco oprimiría a la mujer y a las minorías raciales”. También describe que DEI implementa “preferencias raciales (cuotas) en la selección de alumnos y contratación de profesores”. Posterior a esto, describe “juramentos de lealtad” y otros mecanismos de “financiamiento de investigación relacionados a cuotas y ausencia de mérito”. Todo esto no tiene ninguna relación con lo expresado por la UC, por lo que sorprende la insólita comparación con nuestras propuestas.
El trabajo se ha realizado con el convencimiento de que una universidad inclusiva y diversa es una mejor universidad, de mayor calidad. Requerimos generar un consenso cultural en las comunidades universitarias, que valore la inclusión en el avance hacia una sociedad más justa y cohesionada. Por otra parte, el resultado de las medidas que hemos implementado en la UC dista mucho de lo que plantea el libro que cita. Reitero que nuestra invitación ha sido al ingreso, al trabajo y esfuerzo común, junto a un egreso y titulación oportuna.
La diversidad de razas, creencias, culturas, origen socioeconómico y necesidades educativas, entre otras, enriquecen nuestro proyecto educativo. Las diferentes miradas aportan a la construcción de un proyecto universitario inclusivo, de mayor calidad y, en especial, mejor conectado con la realidad del país. Invito al profesor Marinovic a informarse de mejor forma de nuestros proyectos en curso y futuras propuestas, y a que, ojalá, antes de atribuir intenciones y de asimilarnos a las experiencias que él menciona, conozca en profundidad nuestros planteamientos.
Ignacio Sánchez D.
Rector Pontificia Universidad Católica de Chile