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Sábado 25 de septiembre de 2021
Muere Policarpo Toro
23 de septiembre de 1921
El 9 de septiembre de 1888 la bandera chilena flameaba por primera vez en Rapa Nui. Se había izado luego de una ceremonia encabezada por el rey Atamu Tekena y el capitán Policarpo Toro, en la que se leyó el acta de cesión de la isla al Estado chileno. Treinta y tres años después, el capitán Toro (65) contrajo una violenta gripe, muriendo el 23 de septiembre de 1921.
Si bien pasó a la historia como uno de los principales impulsores de la idea de tomar posesión de la isla para Chile, el marino tuvo además una destacada carrera en la Armada. En “El Mercurio” se leía que vivió en Magallanes levantando planos y repartiendo tierras a los primeros colonos que se establecieron en la región: “Luego sirvió en la escuadra inglesa, pero declarada la Guerra del Pacífico la abandonó para defender a su patria, encontrándose en la toma de Antofagasta. Fue ayudante del entonces capitán Latorre en el combate de Angamos, siendo el primer oficial que abordó al monitor Huáscar”.
También participó en la toma de Pisagua y de Iquique, al igual que en Chorrillos y Miraflores. Asimismo, apoyó con fuego de artillería naval a las tropas chilenas que se tomaron el Morro de Arica: “En todos estos hechos de armas, el señor Toro se hizo notar por su valentía y arrojo, conquistando recompensas especiales”.
Durante la revolución del 91 estaba al mando de la “Esmeralda”. En ese mismo buque había viajado a Perú escoltando los restos de Grau y demás oficiales peruanos caídos en la campaña de 1879.
Partidario del Presidente Balmaceda, fue obligado a abandonar la Marina después del triunfo de la revolución, siendo amnistiado posteriormente por el Presidente Jorge Montt. Se agregaba que fue profesor de la Escuela Naval, donde tuvo la misión de fundar la Escuela de Grumetes, y miembro de la Liga Patriótica Militar.
Sus funerales se efectuaron privadamente en el Cementerio General, pero casi siete décadas más tarde el capitán Policarpo Toro volvería al lugar que lo cautivó y por el cual negoció, incluso comprometiendo parte de su capital personal. En 1988 tanto el Gobierno como sus descendientes coincidieron en que el mejor homenaje que podía realizársele al responsable de la toma de posesión de la Isla de Pascua era trasladar su sepultura allí.