Señor Director:

El pasado 3 de mayo, el Dr. ingeniero Patricio Basso sugiere —en una carta publicada en este diario— la posibilidad de mejorar las pensiones de retiro programado usando fondos existentes. Según sus cálculos, los pensionados fallecidos entre 2007-2019 habrían dejado en sus cuentas individuales un 72,5% en promedio del ahorro acumulado.

A partir de dicha publicación, invité personalmente al ingeniero Basso a ser parte de una comisión técnica, integrada por otros cinco expertos en materia de pensiones, con el propósito de revisar distintos aspectos relacionados con la modalidad de retiro programado, entre los cuales estaba lo levantado por el mencionado ingeniero.

Los miembros de la mesa de Retiro Programado hicieron un trabajo cuidadoso, atendiendo tanto al objetivo de la propuesta —conseguir una mejora en las pensiones y suavizar las caídas en los montos de retiro programado— como a las posibles fuentes de financiamiento de tales mejoras. Los integrantes de la mesa examinaron los datos de saldos de fallecidos, lo que revela que más de la mitad (58%) de ellos habían utilizado la totalidad de sus ahorros al momento de fallecer, y que el saldo promedio era de solo 25%. Estos saldos constituyen herencias. Es decir, al contrario de lo sugerido por el ingeniero, no existen fondos disponibles para adelantar pensiones. Las posibles mejoras requieren fondos adicionales que vendrían del Estado.

La mesa procedió a calcular los posibles costos de un seguro de monto fijo para la cuarta edad. El ingeniero Basso revisó el informe final, pero no lo suscribió.

Más allá de lamentar la salida del ingeniero Basso de la mesa, quisiera reconocer el espíritu que motivó a sus integrantes y que no fue otro que buscar alternativas para mejorar la modalidad de retiro programado y de esa manera aumentar las pensiones de los actuales y futuros pensionados. En el informe publicado y disponible en la página web de la Asociación de AFP, la comisión detalla distintas medidas que permitirían mejorar las pensiones de manera inmediata. Una de estas alternativas se refiere a la implementación de una Pensión Básica Universal para la cuarta edad, de cargo estatal, con un monto uniforme y que no sea regresiva según el monto de pensión.

La conversación sobre pensiones seguirá estando presente al interior de cada familia del país y es por eso que sigue siendo esencial que existan más instancias como esta comisión, para analizar con fundamentos y experiencias comparadas las distintas propuestas que estamos y seguiremos escuchando.

Alejandra Cox
Presidenta Asociación de AFP