Un estudio realizado en la última semana, arrojó una estadística interesante: en la Eurocopa 13 equipos utilizaron por lo menos en un partido (o al menos por algún momento) una línea de tres defensores. O de cinco, dependiendo de los objetivos planteados por las escuadras.
Sin duda que acá se presentan matices que hay que considerar. Por ejemplo que Bélgica, Alemania y Países Bajos utilizaron ese diseño táctico en forma permanente porque cada uno de sus entrenadores cree firmemente en que los laterales deben tener participación activa y permanente como agentes ofensivos.
Y pese a que algunos, como del DT naranja Frank de Boer, recibió críticas de los más dogmáticos (léase los seguidores de Rinus Michels y Johan Cruyff) preciso es reconocer que lograron sus objetivos porque sus equipos, más allá de que ninguno alcanzó las semifinales, tuvieron altos grados de dominio en fases de ataque.
Un puñado de selecciones que utilizó este sistema lo hizo exactamente buscando lo contrario: solidez defensiva. Escocia y Finlandia, que formaron esta disposición en forma permanente, y Macedonia del Norte, Rusia y Polonia, que la usaron a ratos, construyeron esta estructura justamente retrasando a sus laterales para conformar un cerco defensivo más sólido Es decir, la línea de tres era, realmente, una línea de cinco.
No es raro que equipos de diferente calibre estén mutando a una disposición táctica que sea distinta a la tradicional de cuatro defensores. No se puede pasar por alto que Conte usó línea de tres en el Inter campeón de la última temporada de la liga italiana y para qué decir de los buenos réditos que logró Tuchel en Chelsea: la Champions League, ni más ni menos.
Pero para hablar de tendencias es necesario aclarar que la modalidad también se ha visto en Sudamérica.
Chile, tanto en las eliminatorias (ante Bolivia) y en la totalidad de los partidos de la Copa América excepto con Argentina, exhibió este módulo con resultados satisfactorios. Isla y Mena tuvieron más libertad para recorrer sus bandas y menos obligatoriedad para la vuelta. Lasarte puede sacar buenas conclusiones.
En la liga argentina, en tanto, también fue tema la línea de tres (o cinco) que utilizaron equipos importantes como River, Boca y San Lorenzo. Y en el plano nacional, la UC de Poyet va por las mismas (aunque en forma evidente, no ha logrado aún consolidarla de acuerdo a lo mostrado, por ejemplo, en la última derrota ante Everton en la Copa Chile).
Acá nadie está descubriendo la pólvora ni mucho menos. Hace 30 años, Jozic logró con este esquema defensivo, aunque con el aditivo de marcaciones personales, ganar la Copa Libertadores con Colo Colo. Y también está el antecedente de que grandes DT como Bielsa y Van Gaal construyeron sus carreras sobre la base de este modelo y que así se ganaron en mote de ultraofensivos.
Es interesante observar el resurgimiento de este táctico que algunos detractores han tildado de antiguo, retrógrado o demodé. Pero nada que ver. En el fútbol nada muere. Solo se transforma.