Termina una semana política feroz. Tuvimos batallas campales: algunos tratando de derrocar al Gobierno en la calle, otros a través de ingenios legales. Otros aprovecharon el pánico para ganar puntos en las encuestas.
Pero hubo quienes optaron por batirse a duelo en un tablero de ajedrez político. Vi a parlamentarios de Chile Vamos comportarse como peones, a otros de la oposición tirando el caballo encima. El Gobierno trató de moverse como torre, algo tieso, buscando líneas rectas.
Pero se vio una jugada maestra; un verdadero “gambito de dama”. Y lo protagonizó Yasna Provoste.
En ajedrez, el “gambito” consiste en ofrecerle al adversario una pieza para que este la capture. Este supuesto “regalo” se realiza en verdad para tomar una posición ventajosa en el tablero. Es como una “avivada”, dicho en chileno.
Fue lo que hizo Yasna Provoste esta semana.
El jueves, después de que la oposición (con ayuda de siete senadores de Chile Vamos) le propinó una derrota brutal al Gobierno en el Senado, al aprobar con holgura el tercer retiro del 10%, Provoste ofreció un punto de prensa para hacer un inesperado acto de sumisión. “No se humilla quien ruega por la patria”, leyó desde un papel, parafraseando a Eduardo Frei Montalva. Y agregó que le pedía con humildad al Presidente Piñera que declinara su presentación ante el TC y así no impidiera que se pagara el tercer retiro.
El “gambito de Yasna” no implicó regalarle un peón o un alfil al Presidente. Fue mucho más que eso. Fue restituirlo a su posición original, donde su ubica el rey en el tablero. Volvió a tratarlo como primer mandatario, como jefe de Estado. ¡Ella!, la líder de la oposición en el Senado, la nueva mujer fuerte del antipiñerismo, se inclinaba ante él para pedirle que no usara su poder.
Fue tan vistosa la movida de Yasna, que provocó otra situación inesperada: una insólita alianza entre Paula Narváez y Ximena Rincón, quienes, minutos después de la conferencia de prensa de Yasna, aún en shock, divulgaron un comunicado conjunto en el que llamaban al Gobierno a entregar 600 mil pesos mensuales hasta diciembre a todas las familias chilenas. Yo traté de hacer los números para ver cuánto costaría eso, pero me apareció una letra E y unos símbolos raros en la calculadora. El resultado no cabía en la pantalla.
Comprendí que Yasna jugaba ajedrez en otro tablero paralelo: el de la carrera presidencial. ¡Por algo las candidatas del PS y la DC se habían visto obligadas a improvisar una jugada tan riesgosa!
¿Y qué creen? A las pocas horas entró a la partida Pamela Jiles. En Twitter les dijo a Narváez y Rincón que su propuesta económica significaba gastarse en bonos la mitad del presupuesto completo del país para un año. Debe ser traumante que Pamela Jiles insinúe en público que uno es populista.
Me imaginé de pronto a Yasna Provoste jugando una simultánea de ajedrez, triple, y ganando terreno y ocupando el tablero, frente a Narváez, Jiles y Rincón, sin dejarlas salir del ídem.
Mi pronóstico es que esta partida la ganará Yasna. Pero vendrá una revancha. Y vendrá de la mano de Pamela Jiles, adelanto. Lanzará, más cerca de la elección, la propuesta de un cuarto retiro. Y ahí los pondrá de nuevo a todos en jaque.
Recibo apuestas.