Señor Director:

Es extraño e inaceptable que un Estado, democrático y orientado a una economía libre y de mercado nos restrinja las libertades individuales en el área comercial, efectuando discriminaciones arbitrarias y dejando en manos de un grupo de políticos la decisión de qué producto sea esencial o no para fines de su comercialización.

Esta imposición arbitraria y, a nuestro parecer, propia de estados totalitarios o faltos de análisis suficientes está provocando un serio daño a los pequeños emprendedores pyme, quienes generan casi el 70% del empleo del país. Sin dejar de mencionar que beneficia a las grandes cadenas de tiendas y supermercados, que venden múltiples productos, provocando una competencia desleal y permitiéndoles subsistir a esta crisis.

Desde el principio de la pandemia el pequeño y mediano comerciante realizó las inversiones necesarias para acatar las medidas sanitarias impuestas por el Ministerio de Salud con el propósito de evitar contagios covid.

Estamos en condiciones de atender con seguridad a nuestros clientes. A pesar de lo anterior, este gobierno nos está restringiendo el derecho de trabajar, lo que está generando cesantía y quiebras de nuestros emprendimientos.

La diferenciación, entonces, debe hacerse entre quienes acatan o no acatan las medidas sanitarias, y no entre productos que pueden ser esenciales para unos y no para otros.

Porque creemos en el sentido común de nuestras autoridades es que esperamos entonces que esta mala medida pueda ser revertida a la brevedad.

Anton Tuma J.; Sang Hyun Ahn;
Yu Jin Choi; Teresa Luengo
Comerciantes
Barrio Patronato