Señor Director:

Cuidar la vida de nuestros hermanos es esencial para los católicos. Las cifras actuales de la pandemia han aumentado alarmantemente y nos encontramos en una situación crítica. Es sin duda necesario extremar las medidas sanitarias.

Somos muchos los católicos que durante la pandemia nos hemos comprometido activamente por medio de nuestro servicio directo en hogares, escuelas, hospitales y también por medio de nuestra oración.

Agradecemos la reapertura de cultos con presencia de fieles, y por esto mismo nos parece necesario dejar ver que en las circunstancias que estamos viviendo más que nunca es necesario el apoyo psicoespiritual que proveen todas las religiones y centros de espiritualidad.

La práctica de la espiritualidad en cualquier forma no es un lujo, es una necesidad esencial y básica de la persona humana y actualmente es uno de los aspectos más afectados e invisibilizados.

Patricia Olivares
Médico y vocera de la fundación Voces Católicas