En esta temporada vimos una teleserie en que la protagonista no tiene otro norte que encontrar una nueva pareja (“Soltera otra vez”) y otra centrada en una empresa que prepara a curvilíneas y bellas mujeres para el servicio doméstico (“Brujas”). Son temas que no van con los tiempos, pero en un año de pandemia, más que nunca, resonó la frase “es lo que hay”.
La repetición de ficciones nacionales fue la gran solución para los meses de encierro de los canales de TV abierta. Al no poder grabar nuevas producciones, este patrimonio audiovisual estuvo a la mano y demostró que sigue estando en el corazón de los televidentes. Pero los resultados no fueron igualmente exitosos.
Un fenómeno como “Perdona nuestros pecados”, que en 2017 y 2018 tuvo un promedio cercano a los 28 puntos de rating, fue sacada antes de pantalla, por los escasos 9 puntos que promedió su repetición nocturna en Mega. Y lo mismo ocurrió con “Pacto de sangre” en Canal 13. Fue una atracción mediática en 2018 y 2019, pero su repetición desde julio hasta ahora marca apenas 3,3 puntos.
Al programar antiguas teleseries, hay que manejar un débil equilibrio entre el apego del público con el tiempo transcurrido desde su emisión. No puede verse tan antigua ni tampoco estar demasiado fresca en la memoria, porque se pierde toda posibilidad de sorpresa, elemento clave en estas producciones.
Hay aciertos, “Aquelarre”, que 21 años después logró atraer a la audiencia. Ambientada en un pueblo en el que nacían solo mujeres, su estética era tan fantasiosa que no se vio anticuada. Sus personajes humorísticos reencantaron. Logró un promedio de 7,6 puntos, que no es malo para lo que obtenía TVN en las tardes. Y lo mismo sucedió con “La chúcara”, que promedió 7,5.
Distinto es el caso de “¿Dónde está Elisa?”, un fenómeno de audiencia nocturna en 2009, cuando sobrepasaba los 45 puntos de rating. TVN la reprogramó a la medianoche y logra cerca de 4,6 puntos de promedio. Once años es tiempo suficiente para que haya un recambio de televidentes o para que algunos hayan olvidado el final. La historia aún atrapa; pero la imagen ya no luce tan atractiva, la iluminación es plana y la continuidad no se ve fluida sino a saltos. Son detalles técnicos que deja ver el paso de los años.
Pero también pudo afectar el que en tiempos de pandemia ya no está el ánimo para tramas tan truculentas. Quizás eso explique el buen resultado que han tenido comedias como “Pituca sin lucas”, “Papá a la deriva” y “Sres. Papis”, cuyas repeticiones promedian 16,2; 15,9 y 13,5 puntos, respectivamente. Estos resultados han llevado a Mega a nuevas reposiciones, como “Isla Paraíso” y “Tranquilo papá”. Pero el regreso más comentado lo trae Canal 13: “Machos”, que en 2003 promedió 38 puntos. Desde enero, la estación la exhibirá a las 14:30 horas. Está por verse si el clan Mercader ha resistido el paso del tiempo.