La verdad es que Reinaldo Rueda se ha ido de microciclo en microciclo, aún no llega al mesociclo y ni pensar en el gran macrociclo.
No ha sido su responsabilidad, porque se trata de circunstancias por las que atraviesa Chile y el mundo. La última vez que estuvo con la selección en Juan Pinto Durán, en noviembre de 2019, sucedió algo inesperado: los convocados no quisieron jugar.
No lo hicieron por la protesta social y con el fin de apoyar la causa, y también prevenir que la causa se les fuera encima, porque en las grandes causas habita un capricho cambiante: un día te quiero más que a un chancho, y al día siguiente te como en forma de pernil y chuleta.
Los señores futbolistas, si de algo saben, es de eso, precisamente, se lo pasan entre el trono y el cadalso, así que no les iban a venir con historias y como no jugaron el amistoso ni viajaron a Perú, se produjo una rápida desconvocatoria y los mandaron a cambiar.
En ese clima saltó un temor de cierta intensidad, pero que en modo alguno estremeció a la familia del fútbol: la renuncia de Reinaldo Rueda. Como todos se han dado cuenta, eso no pasó, y por si alguien no lo sabe o aún no se percata, el colombiano está trabajando y desea terminar lo que está haciendo. Y lo que está haciendo no es un proceso, sino una sucesión de microciclos, hay que ser riguroso, y también serio, aunque tampoco es su culpa, se trata, una vez más, de las circunstancias.
Ya se siente el tictac, porque cosa de días, solo faltan 18 para el jueves 8 de octubre y la primera fecha de las clasificatorias, y la cita es en Montevideo contra Uruguay, si es que el tiempo y la peste no lo impiden.
El microciclo inaugural fue en febrero, el más viejo de los 23 convocados andaba por los 36 años y la llamada incluyó a varios treintones.
El segundo, el que ayer concluyó, dejó fuera a los planteles de la UC y Colo Colo, en principio, porque finalmente convocó a dos jugadores albos, y el de más edad de los 23, en esta cita, aún no llega a los 30.
Cinco estuvieron tanto en febrero como ahora. Y hay uno, el arquero de La Serena, que no pudo llegar, por problemas de vuelo. En su reemplazo acudió al portero de O´Higgins, porque 23 en febrero y 23 ahora.
Es el mundo del microciclo. ¿Dónde está la realidad dura y concreta, como la vida y la roca?
Lejos, pero cerca. A Erick Pulgar le dio coronavirus, se recuperó y aislado, probablemente, se tentó con otro tatuaje en el cuello.
Arturo Vidal trota por las calles de Barcelona.
Mauricio Isla se come cinco.
Claudio Bravo brilla bajo el pórtico del Betis.
Alexis Sánchez va de titular por el Inter.
Charles Aránguiz es un alemán más, por lo eficiente y ordenado.
Gary Medel sigue en Bolonia, pero piensa en la UC.
Y por falta de espacio no se incluyen los otros cuatro.