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Cartas
Miércoles 16 de septiembre de 2020
Patrimonio
Señor Director:
En Chile se habla mucho de “patrimonio”, se escribe sobre el patrimonio, se consagra al patrimonio un día especial, en el cual se incita y se honra lo poco que nos va quedando, porque en los hechos el patrimonio sigue siendo alterado y destruido, tanto el natural como el urbano.
Lo que queda de tradicional en las comunas carece de defensa frente a los proyectos que aprueba la Dirección de Obras Municipales. El plano regulador lo aprueba el concejo municipal presidido por su alcalde, pero las posteriores decisiones de la Dirección de Obras son autónomas, pueden cambiarle en su totalidad la apariencia a una ciudad sin que el concejo municipal pueda intervenir objetando u oponiéndose a estos proyectos, los cuales dependen en última instancia del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Por esa vía en Chile se han cometido y se siguen cometiendo grandes aberraciones, en su mayor parte conocidas de todos.
En una polémica sobre este tema, el año pasado, el remitente de una carta me respondió que en esta materia la función del concejo municipal era aprobar el plano regulador y que con eso basta. Lo que este señor no consideró es el hecho de vivir en un país cuya clase política carece de la cultura necesaria para considerar los diferentes aspectos que deben tenerse en cuenta para evaluar un proyecto que altera nuestro patrimonio.
Un ejemplo clásico al respecto se está dando ahora en la comuna de Limache, por un proyecto ya aprobado de construir un edificio de diez pisos en la arteria principal, la hermosa y famosa Avenida Urmeneta, con sus casas de estilo clásico y su majestuosa bóveda de altos árboles que la cubren en su totalidad. Instalar justamente ahí un bloque en bruto de diez pisos, que contiene justo la cantidad de departamentos para evitar el trámite de la consulta ciudadana y cuyo proyecto, como siempre ocurre en Chile, cumple con la normativa vigente… es una de las tantas aberraciones del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Los ciudadanos han reunido cientos de firmas en una carta dirigida al señor alcalde, don Daniel Morales, y el concejo municipal por el momento ha concebido un argumento de que los alineamientos de árboles que han hecho famosa a la Avenida Urmeneta constituyen un patrimonio que será dañado por la construcción del bloque en cuestión.
Solo en Chile puede darse un conflicto de poderes como este entre la Dirección de Obras Municipales, que pretende matar la estética de una comuna, y por otra parte el concejo municipal, que se esfuerza en defender el patrimonio de su comuna, careciendo de las atribuciones que debiera tener para casos como este.
Gastón Soublette
Premio 2020 de Corporación del Patrimonio de Chile